Leontina Vaduva lleva al Real una "Bohème" con Aquiles Machado

Por su interpretación de Mimi, la modistilla apasionada de La Bohème, a la soprano rumana Leontina Vaduva la han comparado con Victoria de los Ángeles: "Y ha sido el mejor cumplido de mi carrera". La cantante, afincada en Francia desde 1989, interpretará a partir del sábado la ópera de Puccini en el Teatro Real de Madrid, bajo la dirección de escena de Giancarlo del Monaco y la dirección musical de Silvio Varviso. Junto a ella, estarán Alfredo Portilla, en el primer reparto, y el venezolano de 26 años Aquiles Machado.

Con unos decorados que han llegado a Madrid repartidos en 16 gigantescos camiones, el Teatro Real estrenará el sábado La Bohème, de Puccini, de la que se ofrecerán 10 funciones hasta el próximo 7 de enero.Un centenar de artistas participa en el montaje, entre cantantes, actores e incluso artistas de circo, que darán vida a las calles del Barrio Latino de París (esta vez ambientado a finales del siglo XIX, en vez de hacia 1830), donde viven el poeta Rodolfo y el pintor Marcello. A la cabeza de todos ellos, la soprano rumana Leontina Vaduva en la piel de Mimi, un papel con el que ha triunfado en todo el mundo y con el que debutará en el año 2000 en el Metropolitan de Nueva York. Para Vaduva, la ópera es algo más que música y voz. "La ópera es pintura, arquitectura, escultura, y el secreto está en buscar una armonía común", señala la cantante, que abandonó su país natal -a pesar del "alto nivel de sus escuelas"- precisamente para poder enriquecerse en otras facetas que no fueran sólo las musicales. "Un artista no se desarrolla si no es en contacto con otros artistas, y en Rumanía ese contacto era difícil; por explicarlo de alguna manera, me fui para poder seguir con mi misión musical".

Actriz

Para Vaduva, como para Renatta Scotto, el cantante de ópera es también una persona que debe dominar la escena, que debe ser actor o actriz de ópera. "El que sólo se considere cantante es mejor que se dedique exclusivamente a las orquestas".La soprano, que asegura que no tiene prisa en su carrera, cree que La Bohème de Giancarlo del Monaco puede resultar algo "chocante". "Es muy novedosa y muy cinematográfica", dice Vaduva. Giancarlo del Monaco ha llevado la acción a finales del siglo XIX y principios del XX, coincidiendo con la época de madurez de Puccini. Del Monaco, según la soprano, intenta dar un papel más activo a las mujeres: "Las mujeres de este montaje tienen las ideas muy claras, son seductoras, son mujeres de hoy. Aquí es Mimi quien toma de la mano a Rodolfo y le besa, y no al revés, como suele ser habitual. Mimi y Musetta no son mujeres pasivas".

Tampoco es precisamente un Tancredo el Rodolfo que interpretará Aquiles Machado, un joven inteligente, regordete y bajito tenor que ha sido alumno de Alfredo Kraus en la primera promoción de la Escuela Reina Sofía. Machado cuenta que su Rodolfo, como todos los demás personajes de la función, "está lleno de matices, no es el típico personaje de ópera que yo llamo plano progresivo, sino que va cambiando de carácter, como en la vida. Rodolfo empieza siendo bueno, luego es un degenerado y al final es un inútil".

Para Machado, todo el mérito es de Del Monaco. "Es impresionante trabajar con él, porque saca de ti lo más íntimo, eso que no te atreves a sacar ni en el salón de tu casa con un amigo. Ahora entiendo por qué nos contó al empezar los ensayos que una vez un cantante le persiguió por el escenario con un extintor para matarle". Machado, que pese a su juventud ha interpretado ya "ocho o nueve títulos distintos", está encantado de que su debú en el Real sea precisamente con el personaje que mejor conoce. Se declara "tenso pero no nervioso", y, como Vaduva, asombrado por la capacidad técnica del recinto y por la escenografía. "Es como el cine, han montado París en cien metros cuadrados. Pero a la vez es una propuesta muy sincera, de ésas que apetece ver, porque te enseñan un poco cómo son las cosas de la vida de verdad".