El Teatro de la Maestranza estrenará mañana el "Don Carlo" que diseñó Luchino Visconti

El año que está dedicando España a Felipe II tendrá en Sevilla un buen colofón con el estreno mañana de la ópera Don Carlo, de Giuseppe Verdi. El compositor italiano estrenó en 1884 esta obra, que presenta al monarca español como un déspota frente a su hijo, Don Carlos, que simboliza el espíritu de la libertad. La ópera que verán mañana los sevillanos en el Teatro de la Maestranza tendrá la escenografía y el vestuario que diseñó para ella el cineasta Luchino Visconti en 1965. Antoni Ros Marbá es el director musical y Alberto Fassini, el director de escena.

Verdi tomó el famoso drama Don Carlos, de Friedrich Schiller, como fuente de inspiración. La obra relata los amores del hijo del rey Felipe II, Don Carlos, con su antigua prometida, Isabel de Valois, que está casada con el propio monarca. La obra muestra el choque de los ideales de libertad y justicia, representados por Don Carlos, con el oscurantismo y la sordidez moral que simbolizan Felipe II y el siniestro Gran Inquisidor. Además de mañana a las 21.00, Don Carlo se representará los próximos 14 y 16 de diciembre a la misma hora. El elenco de la ópera está formado por los bajos Carlo Colombara (Felipe II) y Anatoli Kotscherga (El Gran Inquisidor); el tenor César Hernández (Don Carlos); el barítono Paolo Coni (Marqués de Posa); la soprano Sylvie Valayre (Isabel de Valois); y la mezzosoprano Luciana d"Intino (Princesa de Éboli), entre otros intérpretes. Ros Marbá afirmó ayer, en la presentación de la ópera, que "el espectro de Visconti ha estado alrededor como una fuente de inspiración" en los ensayos. Y es que el espíritu del hombre que dirigió películas tan extraordinarias como Senso y El gatopardo permeó ayer la conferencia de prensa. Fassini, que colaboró con Visconti en varios espectáculos, explicó que esta obra supone para él "un homenaje" a su "maestro". "Hoy en día quedan muy pocos espectáculos operísticos de Visconti. Sólo quedan Don Carlo, Las bodas de Fígaro y Manon Lescaut. Por desgracia, lo que Visconti hizo con Maria Callas se ha perdido", comentó el director de escena. Fassini pidió "un poco de paciencia" al público por las peculiares características de la obra. "Es un espectáculo muy complejo y muy grande. Y ello ha hecho que los tiempos se hayan alargado", indicó Fassini. Se trata de una escenografía antigua, muy distinta a la contemporánea. Es muy difícil de montar. Su tramoya y su maquinaria presentan grandes dificultades. La ópera dura alrededor de cuatro horas y 45 minutos. Fassini insistió en la contribución de Visconti al mundo de la ópera. "Visconti ha aportado un realismo que faltaba en la ópera del siglo XIX y principios del siglo XX. Visconti hizo esa renovación con ese realismo literario que tanto le gustaba y que aparece de forma tan marcada en películas como Senso y El gatopardo. Son melodramas cinematográficos", explicó el director de escena. "Visconti revolucionó el mundo de la ópera porque se centró en el melodrama. Antes de él había más música. Visconti recuperó el drama. Es el primer director de escena que adapta historias medievales y renacentistas haciendo que los personajes vayan vestidos con trajes del siglo XIX", señaló Fassini. El director de escena trató de compensar el hecho de que el cuarto centenario de la muerte de Felipe II coincida con el estreno de una obra que lo presenta como un personaje siniestro. "Luchino Visconti humanizó al personaje de Felipe II. Es un rey muy humano en Don Carlo", dijo el director. "Los canallas eran los miembros de la Inquisición. Felipe II estaba bajo la influencia de la Inquisición", manifestó. "Hay incluso una escena en la que Felipe II se lamenta de que no ha sido capaz de crear una familia ni de que su esposa le quiera", resumió Fassini.