_
_
_
_

Romano Prodi alerta sobre el atraso tecnológico de la industria europea

Romano Prodi, profesor de Bolonia (Italia), y ex jefe del Gobierno italiano al frente de la coalición de centro izquierda el Olivo, alerta sobre la estructura tradicional de la industria europea, frente al dinamismo y la alta tecnología de las nuevas compañías norteamericanas. Anima a los países del Mediterráneo septentrional a olvidar sus temores respecto al mundo árabe, tendiendo puentes con Marruecos, Egipto e Irán. Romano Prodi fue investido ayer doctor honoris causa por la Universidad Politécnica de Cataluña (UPC).

La hospitalidad obliga. Por eso, Miquel Roca, en su calidad de claustral de la Politécnica, pronunció un breve discurso en italiano de agradecimiento al profesor Prodi, durante un almuerzo subsiguiente al acto académico que distinguió al nuevo doctor honoris causa. A lo largo de la jornada académica, políticos de centro, como Duran Lleida; patricios del socialismo catalán, como Narcís Serra y Pasqual Maragall, académicos como Josep Maria Bricall y líderes civiles de vocación transversal, como Pere Duran o Antoni Serra Ramoneda, arroparon a Prodi, espejo de una vertebración deseada -la del Olivo- que fue efímera al sur de la depresión alpina. Las digresión dominante partió de este dato ofrecido por Prodi: "De las 25 grandes empresas norteamericanas actuales, unas 19 no existían o eran muy pequeñas hace 30 años". Resulta verdaderamente curioso comprobar que en 1960 no existían ni Microsoft ni Intel, grupos que ahora dominan la información a escala planetaria y tienden puentes de peaje obligado para quienes desafían la globalización. Cuando fue titular de Industria, en el penúltimo bienio de Giulio Andreotti (1978-1979), Prodi dio aliento a la llamada política del sorpasso, encuadrando la Italia de los patronos -los Agnelli, Ferruzzi, Benedetti,etcétera- entre los países más industrializados y por encima del Reino Unido. Ahora, mientras se perfila como sustituto de Jacques Santer al frente de la UE, prefiere moderar sus anhelos: "La industria europea está concentrada todavía en producciones tradicionales, mientras que el liderazgo de la alta tecnología se encuentra sólidamente en manos de Estados Unidos", según un fragmento de la conferencia Moneda única,competición tecnológica y el nuevo papel del Mediterráneo, pronunciada ayer por el profesor de Bolonia en el rectorado de la UPC. A criterio de Prodi, el mismo Joseph Schumpeter habría aplicado su concepto de destrucción creativa al caso americano, en el que los grupos emergentes, nacidos del progreso, desplazan a los obsoletos. El dinamismo de Estados Unidos obliga a Europa a intensificar lo que le es propio: el conocimiento. ¿Intensificar? Si, porque el esfuerzo europeo -en la UE, la tecnología crece por debajo del bienestar-"en ciencia teórica y aplicada no resulta suficiente". Prodi desempeñó la presidencia del Instituto de Reconstrucción Industrial (IRI) de Italia en una etapa -la década de los ochenta- que pasará a la historia como una de las más lúgubres fiebres del oro, tanto por sus vértigos iniciales como por los descalabros que la coronaron. En aquel periodo, alejado del fuego de las fusiones y adquisiciones, Prodi imaginó la refundación del sistema a partir de la política industrial y la resumió en libros como Crisis de la industria; Hacia la reconversión y La crisis de la participación del Estado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_