Escasas ventas de Viagra en España durante el primer mes
El consumo de Viagra no despega en España: el laboratorio Pfizer no da cifras, pero una gran distribuidora que abastece a 6.000 farmacias de las 18.000 existentes apenas ha vendido 1.000 cajas en el mes que lleva de comercialización. El precio disuade a muchos pacientes y los médicos la recetan con cautela porque quieren conocer mejor sus efectos adversos. Aunque no se ha demostrado una relación directa en todos los casos, 130 personas que consumían Viagra han muerto en EE UU y esta semana se han conocido tres muertes en Alemania y otras tres en Francia.El laboratorio fabricante Pfizer no tiene previsto facilitar hasta enero datos sobre España, pero en Francia ya ha anunciado que ha vendido 40.000 cajas. En EE UU, después de sufrir una gran caída de ventas, Pfizer se ha planteado realizar una gran campaña publicitaria televisiva, según Servimedia. El laboratorio quiere contrarrestar el temor que pueda causar el reforzamiento de las advertencias que acordaron introducir en el prospecto la semana pasada el laboratorio y la autoridad sanitaria estadounidense (FDA) para personas con riesgo cardiaco, pulmonar, ocular e hipertensión.
Un millón de unidades
"No está teniendo el éxito que se esperaba, España no es EE UU, hay menos espectacularidad y las ventas aquí están estancadas", afirman fuentes próximas a Pfizer. Y añaden que la primera remesa a España fue de un millón de unidades, que representa un 8% de los envíos a Europa y a los países del Este, salvo Rusia. Según el Ministerio de Sanidad, la Viagra no ha producido en España ni muertes ni patologías provocadas por su consumo. Los españoles han entendido, según Sanidad, que esta píldora es un tratamiento para la disfunción eréctil, no un afrodisiaco."No se puede administrar a todo el mundo como quien manda tomar un café. Agua para todos no puede ser", indica Nicolás Flores, jefe del servicio de Urología del hospital de Basurto (Vizcaya). Antes de tomar la píldora azul los pacientes "tienen que pasar varias pruebas cardiológicas", indica. "Aún es pronto para evaluar la Viagra", añade Fernando Jiménez Cruz, presidente de la Asociación Española de Urología. "Hay pacientes que han pedido el cambio de inyecciones a la píldora, pero hay que esperar más tiempo para comparar los resultados", añade Jiménez.
"Por lo que me dicen colegas y pacientes, hay una cierta vergüenza en ir a la farmacia a comprar Viagra. El hecho de que la Seguridad Social no la pague está condicionando mucho las ventas", explica Iñigo Saénz de Tejada, presidente de la Sociedad Europea para la Investigación de la Impotencia. Según este especialista, en principio "está claro que ingerir una pastilla es mejor que inyectarse en el pene, que es el tratamiento alternativo, pero el alto precio de la Viagra está haciendo que muchos vuelvan a la inyección", añade.
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