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EL FUTURO DE LA UE

Alemania y Francia mantienen sus diferencias sobre la reforma de la política agrícola común

Pilar Bonet

Alemania y Francia están decididas a concluir las negociaciones sobre la Agenda 2000 (la financiación de la Unión Europea para el periodo 2000-2006) en marzo de 1999 durante la presidencia alemana de la UE, pese a que los dirigentes de ambos países no lograron limar en Potsdam las discrepancias sobre la reforma de la política agrícola común (PAC) y la reducción de las contribuciones alemanas. Ambos países también manifestaron su voluntad de lanzar un pacto europeo por el empleo centrado en los jóvenes, las mujeres y los parados de larga duración.

"Asumiremos nuestras responsabilidades para hacer que el Consejo europeo de Viena abra la vía a un acuerdo sobre el conjunto de la Agenda 2000, que estamos decididos a concluir durante la presidencia alemana", señala el comunicado conjunto emitido ayer tras la cumbre franco-alemana de Potsdam. El Consejo Europeo de Viena se celebra el 11 y el 12 de diciembre.En una rueda de prensa conjunta al término de un evento que reunió por primera vez a 15 parejas de ministros, el canciller Gerhard Schröder, el presidente Jacques Chirac, y el primer ministro Lionel Jospin, expresaron su voluntad de impulsar un "pacto europeo por el empleo" que sea cuantificable y que esté centrado en tres objetivos (jóvenes, parados de larga duración y mujeres). También acordaron activar la "dimensión social" de la construcción europea e invitaron a reflexionar sobre la "armonización social" con una fórmula que parece indicar una mayor participación estatal en temas como organización de horarios, formación continua, progresión salarial y protección de los trabajadores.

Estabilidad y empleo

El "pacto europeo por el empleo" debe ser un complemento del Pacto de Estabilidad y Crecimiento suscrito en Amsterdam en junio de 1997 y supone la continuación de la línea del consejo europeo sobre el empleo que se celebró en Luxemburgo hace un año. En diciembre de 1997, el anterior Gobierno de coalición alemán, liderado por el demócrata-cristiano, Helmut Kohl, no estaba a favor de la europeización de las iniciativas de empleo, a diferencia del nuevo Gobierno alemán. Según el espíritu de Luxemburgo, "los miembros de la Unión Europea deberían comprometerse en el futuro a conseguir objetivos vinculantes y verificables de acuerdo con líneas directrices sobre el empleo, especialmente sobre la reducción del paro de los jóvenes, del paro de larga duración y la eliminación de las discriminaciones hacia la mujer", señala el comunicado de ayer.Además de la política laboral y social, Alemania y Francia desean impulsar una armonización fiscal y controlar las finanzas internacionales. Según el comunicado, "se impone" una "profundización de la reforma del sistema financiero y monetario internacional" con el fin de "promover la estabilidad financiera y el crecimiento". Ambos países quieren que se refuerce la legitimidad del Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Banca Mundial y proponen discutir la transformación del "comité interino en un verdadero Consejo de Ministros de Finanzas". También quieren reforzar la "vigilancia internacional" del sector financiero obligando a los paraísos fiscales a respetar las reglas internacionales de regulación y control. Quieren también un reforzamiento de las regulaciones sobre gestión de riesgos y las medidas de cautela en las instituciones financieras, incluidos los fondos especulativos.

En Potsdam, Francia mantuvo su oposición a la "cofinanciación" de la PAC, aunque los portavoces franceses afirmaban que todos los temas de la Agenda 2000 están sobre la mesa y que, sin cambiar el concepto de la PAC, se puede discutir sobre rebajas de subvenciones concretas. Chirac manifestó que el tema agrícola está entre las diferencias "relativamente poco numerosas" entre los dos países. Francia quiere contribuir para que Alemania obtenga "por lo menos una parte de lo que quiere". Schröder insistió en que no quería "exigir demasiado" a sus socios europeos. Schröder quiere reducir una parte de los 1,87 billones de pesetas que su país aporta a la UE.

Francia y Alemania están de acuerdo también en que la ampliación de la Unión Europea va a tardar "un poco más de lo que estaba previsto", en palabras de Chirac.En vez de abordar la falta de preparación de la UE para admitir nuevos socios, los dirigentes hablaron más de la capacidad de los pretendientes de asimilar los cambios necesarios para ingresar en el club. Schröder y Chirac coinciden en que es necesario proceder a la reforma institucional de la Unión Europea antes de la ampliación.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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