Los colombianos exigen que las negociaciones con las FARC empiecen de inmediato
Mientras el país pide al Gobierno de Andrés Pastrana que se empiecen de una vez por todas los diálogos de paz con la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en varias zonas de Colombia la realidad que se vive es de guerra. Al menos 90 personas han muerto en los últimos días en enfrentamientos entre guerrilla y Ejército, y guerrilla y paramilitares.Ayer domingo, el Ejército anunció que mantiene el control en una amplia zona de la provincia del Guaviare, al sur del país, después de cuatro días de duros combates con las FARC. Oficialmente se dice que los militares lograron frenar las intenciones de este grupo insurgente de acabar con la base antinarcóticos más importante del país que está en la capital de esta provincia, San José del Guaviare.
Como ocurre en estos casos, FARC y Ejército muestran sus propios resultados: para cada uno de ellos, la mayoría de muertos están en las filas enemigas. La guerrilla habla de 45 soldados muertos; el Ejército reconoce 20 y asegura que 60 insurgentes fueron dados de baja. También combaten guerrilla y Ejército en la provincia del Tolima. Según el gobernador, "medio Tolima está en guerra". Los enfrentamientos empezaron hace 25 días y han dejado pueblos destruidos y miles de campesinos refugiados en escuelas e iglesias.
Los paramilitares, por su parte, siguen con su política de terror. Ayer domingo nada se sabía de la suerte de los habitantes de Monterrey, una aldea del municipio de Simití, al sur de la provincia de Bolívar, donde, desde hace ya un mes, paramilitares y guerrilla libran una lucha feroz por lograr el control territorial. Se sabe que los paras ingresaron el jueves en la aldea, reunieron a sus habitantes en la plaza y asesinaron a ocho de ellos. Aún permanecen allí sin dejar entrar ni salir a nadie. La guerra entre paras y guerrilla, en 17 municipios del sur de Bolívar, tiene en este momento a más de 5.000 campesinos fuera de sus casas.
A esto se añaden acciones de las FARC y el ELN -ataques a poblaciones con roques y cilindros-bomba y emboscadas a las Fuerzas Armadas- que han dejado 12 civiles y 6 policías muertos y una población semidestruida.
En medio de este panorama de guerra, el país sigue clamando por la paz. "Que se sienten", titula El Espectador su nota editorial dominical. Se refiere a la espera, ya larga -se completa ya casi un mes de la desmilitarización de cinco municipios exigidos por las FARC-, sin que el Gobierno y el grupo guerrillero se hayan sentado a dialogar.
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