_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Funcionarios de prisiones

Al hilo de los diferentes acontecimientos y manifestaciones públicas vertidas por los representantes políticos sobre las posibles políticas penitenciarias, queremos hacer unas breves reflexiones al encontrarnos involuntariamente en medio de la controversia. El gran olvidado en esta cuestión es el funcionario. El funcionario no vende, no es noticia para los medios de comunicación, como no sea por lo negativo, y no sólo el funcionario de vigilancia, sino los administrativos, equipo de tratamiento y otros profesionales que con frecuencia tienen que soportar recelos y sospechas sobre su actividad profesional. La realidad es que la escasez de medios humanos y materiales es en algunos casos alarmante. En estos momentos sencillamente no hay equipo de tratamiento, nadie se preocupa de que haya juristas, ni de que su trabajo lo absorba el resto del equipo, y lo mismo ocurre en otros servicios, lo que conlleva la falta de eficacia en el trabajo y en muchos casos desatención a los internos. Criticamos la falta de veracidad de ciertas afirmaciones que son verdaderos sofismas utilizados por la mayoria de los partidos nacionalistas: el derecho a cumplir condena en lugares cercanos a la residencia habitual no sería un derecho humano equiparable a los que así se reconocen en la Declaración de Derechos Humanos de 1948, sino un derecho concedido ex lege (no ex homo), como lo es el derecho al trabajo o a una vivienda. Con la intervención de la Comisión de Derechos Humanos del Parlamento vasco en el asunto se le ha dotado de un matiz peligroso y estigmatizador a la controversia, envolviéndola en un adjetivo sospechoso del que no podemos escaparnos los trabajadores penitenciarios. Otra falaz afirmación empleada con frecuencia, y últimamente con insistencia por el consejero de Justicia del Gobierno vasco,Sabin Intxaurraga, es la de que se debería dejar en libertad a los presos que han cumplido las tres cuartas partes de la condena, lo que es falso. Dicho señor debería saber que el simple hecho de haber cumplido las tres cuartas partes (que es lo mismo que estar en periodo de libertad condicional), no es suficiente para que se otorge ese beneficio de forma automática. Se exigen otras valoraciones que si los internos no las cumplen, sean o no de ETA, no son objeto de dicho beneficio ni pueden salir en libertad; por ejemplo la progresión en los rasgos de su personalidad delictiva o el haber salido de permiso, o el comportamiento que no infrinja las normas de convivencia del mismo centro, etc. Con esas afirmaciones se confunde a la opinión pública y se da una imagen equivocada de la situación y perspectivas de los presos encarcelados y de la actuación profesional de los trabajadores de la prisión. Por último, nos gustaría saber cuál es el objeto de las visitas institucionales de distintos responsables políticos a lasprisiones. Nos parece bien que vengan, pero nos gustaría que vieran ciertas dependencias y garitas donde los funcionarios, equipo de tratamiento, equipo de naltrexona, etc. desarrollan su trabajo. A lo mejor llegarían a la conclusión de que somos nosotros los torturados por tener que trabajar a diario en semejante lugar.- L. R. Sección Sindical de UGT. Nanclares de la Oca.

Universidad y futuro de nuestros hijos

Mi experiencia como padre de un hijo universitario y otro que probablemente le será muy pronto, me da la capacidad suficiente como para hacer una crítica (deseo que siempre constructiva) sobre el incierto , dudoso y complicado futuro que les depara a todos nuestros hijos e hijas universitarios. La juventud universitaria se prepara, se forma y lo que es más importante, se educa en el ámbito socio-laboral para poner a disposición de nuestra sociedad todos los conocimientos que adquieran en nuestras flamantes universidades (Deusto, UPV, Sarriko, etc.) Vivimos un momento en el que Europa, en este caso La Unión Europea, parece ser el mejor reclamo para que nuestros hijos e hijas tengan una expectativa de futuro, un horizonte más o mneos claro, una ilusión real de forjarse un proyecto laboral que justifique la propuesta que muchos padres y madres hemos hecho. Una herencia que les estamos intentando inculcar y sobre todo dar (para mi la mejor) para, a través de ella, labrarse un futuro y así crear su propio proyecto de vida. Deusto, UPV, Sarriko, etc., son universidades de gran prestigio, nos cuestan mucho dinero, pero como he dicho antes, es la mejor inversión que podemos hacer en nuestros hijos. Normalmente los padres y madres consideramos que tenemos que dar a nuestros hijos lo que nunca pudimos tener, o nuestros ascendientes no nos pudieron dar. Somos conscientes del alto coste que esto supone pero también hay que reconocer el gesto de solidaridad para con una sociedad: apostar por una preparación universitaria para nuestros hijos, técnicos y profesionales que serán el orgullo de nuestro país. El pueblo vasco está contribuyendo con profesionales de la medicina, ingeniería, gastronomía, derecho, justicia, etc., que marca la diferencia en el mundo entero. Desde aquí quiero pedir a quienes dirigen las universidades, las instituciones y, sobre todo, a la clase empresarial, que apuestan por el futuro y la cualificación profesional de la juventud que se prepara en nuestras universidades, y así, como los padres y madres, que hagan su inversión y no reparen en alternativas. El siglo XXI así lo exige. La juventud universitaria también.- Carlos Carracedo Corral. Bilbao.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_