El presidente del PS chileno descarta el peligro de golpe

La comunidad internacional "no debe inquietarse" por la intranquilidad existente entre los militares chilenos debido a la situación en la que se encuentra el ex dictador Augusto Pinochet. Es la opinión del presidente del Partido Socialista de Chile, Ricardo Núñez. Este dirigente chileno manifestó ayer en Barcelona, donde participa en unas jornadas de debate del Partido de los Socialistas Europeos, que no cabe esperar una intentona golpista del Ejército de su país.

"En el interior del Ejército chileno se han introducido los principios de respeto a la democracia y a las instituciones", aseguró ayer el dirigente socialista. Por tanto, a su juicio, no cabe esperar que en las presentes circunstancias decidan atentar contra ellas.No obstante, Núñez considera "lógica" la desazón existente entre los militares, que se ha hecho patente en reuniones y declaraciones en los últimos días, pues no en vano Augusto Pinochet Ugarte fue el comandante en jefe del Ejército durante 25 años.

Núñez considera que la situación creada en su país por la decisión de la justicia británica representa una oportunidad extraordinaria para avanzar en la consolidación de la democracia. "Tenemos todavía en Chile una transición [a la democracia] inconclusa", dijo. Flanqueado por el candidato socialista a la presidencia del Gobierno español, José Borrell, Núñez explicó que los socialistas chilenos hubiesen preferido que el general Pinochet respondiese ante la justicia de su país. Es ésa también la tesis de su candidato a la presidencia, Ricardo Lagos, quien propuso desde México un pacto nacional para permitir el regreso del general y su procesamiento en Chile.

"Estamos convencidos de que hubiera sido mucho mejor para nuestra transición", sostiene Núñez. Visto el desarrollo de los acontecimientos del último mes, el líder socialista chileno considera que ahora se ha abierto una "expectativa cierta" de alcanzar en Chile "un entendimiento superior" entre las fuerzas políticas y sociales para construir un sistema judicial que "jamás ampare la impunidad y la injusticia". Por ello, Núñez expresó la voluntad de su partido de conocer el destino de las 1.200 personas desaparecidas durante la dictadura militar dirigida por Pinochet y sobre las que todavía no se sabe nada.

El presidente de los socialistas chilenos cree que es necesario algún tipo de gesto por parte del ex dictador. "Si el general Pinochet, dada la extraordinariamente difícil y compleja situación en la que se encuentra en Londres, hiciese hoy un gesto de arrepentimiento, habríamos dado un paso importante en el reencuentro de los chilenos". Incluso "los que fuimos víctimas de la persecución", dijo hablando en primera persona, "estamos dispuestos al perdón si el ex dictador hiciera ese gesto de remordimiento".

El alma del dictador

El dirigente socialista se mostró escéptico de que se produzca esa posibilidad, de que ese gesto reconciliador salga del alma de Pinochet. Por ello, dijo, lo que corresponde en estos momentos es que las fuerzas democráticas impidan los intentos "de crear inestabilidad" por parte de algunos sectores de la derecha pinochetista chilena.Núñez expuso las características de la transición de su país ante 150 representantes de partidos socialistas llegados a Barcelona de toda Europa. A ellos les pidió comprensión ante la complejidad de la situación política. El presidente del Partido Socialista chileno participó en una mesa redonda en la que también tomaron parte el vicepresidente de la Comisión Europea, Manuel Marín; el que fuera presidente de Bolivia Jaime Paz Zamora y la ex ministra de Exteriores de Colombia María Enma Mejía.

Acerca de las voces que han pedido la ruptura de relaciones diplomáticas con España, Núñez dijo: "Sería absurdo hacer depender las relaciones de nuestro país de una sola persona".

El dirigente socialista chileno explicó que la posición de su partido es, desde hace años, hacer un esfuerzo constante para avanzar hacia la consolidación de la democracia. "No debemos detenernos mirando hacia atrás, como si Pinochet estuviese permanentemente dirigiendo los destinos del país", subrayó. El ex dictador no forma parte, agregó el dirigente socialista chileno, "de la construcción de la democracia", sino que es, más bien, "el oscuro pasado" que las fuerzas democráticas quieren superar.