Cardoso intenta que la corrupción no afecte a las privatizaciones
El presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, trata de evitar que un caso de presunta corrupción afecte a la privatización del gigantesco sistema de telefonía brasileñoy al ambicioso proyecto de privatizaciones de Brasil, esencial para la reactivación económica. Por ello, aceptó de inmediato el cese del ministro de Comunicación, Luiz Carlos Mendoza de Barros, y otros dos altos cargos del Gobierno, acusados de presunta corrupción en el procese de privatización de Telebrás, llevado a cabo el pasado mes de julio.La difusión de unas grabaciones telefónicas que apuntan a supuestas irregularidades cometidas por el ministro responsable del proceso de privatización de Telebrás -que generó unos ingresos cercanos a los 19.000 millones de dólares y convirtió a la empresa española Telefónica en el primer operador de telefonía de Brasil-, ha probado la caída de los tres altos funcionarios y manchado todo este proceso. Aunque las cintas no contienen indicios claros de manipulación del ministro en beneficio propio, apuntan a una clara "orientación" del proceso.
Conversaciones grabadas
El propio ex ministro admitió, ante el Congreso la semana pasada, su preferencia por el consorcio formado por Opportunity y Telecom Italia para que se adjudicaran la empresa Tele Norte Leste, una de las 13 empresas en que fue dividido el sistema Telebrás para su privatización. En las conversaciones, que fueron grabadas ilegalmente en los días previos a la subasta, participan los tres altos responsables y el presidente Cardoso. En dicha reunión, el ministro negocia sobre las composiciones de los consorcios y pide ayuda al Banco de Brasil para que otorgue una carta de fianza al consorcio de su preferencia, con el objetivo de entorpercer los intentos del consorcio formado por empresas nacionales brasileñas de hacerse con la Tele Norte Leste. Además, la prensa brasileña publicó que el ministro de Comunicación estimuló a empresarios interesados en la privatización a donar dinero para crear la empresa Asociación Brasil 2000, que vehiculó una gigantesca campaña de publicidad en defensa de la privatización de Telebrás para contrarrestar las voces contrarias de la oposición a la venta. Según la revista Istoé, esta empresa recaudó unos 2,3 millones de dólares, que se dividió entre varios colaboradores, siendo los más generosos Telemar, Oportunity y la española Telefónica, que dieron 427.000 dólares cada uno. El ministro alegó en su defensa que estas conversaciones tenían como objetivo defender al Estado.
El Ministerio Público anunció que pedirá a la justicia que anule la privatización de la empresa telefónica Tele Norte Leste, centro del escándalo que provocó la renuncia de los altos funcionarios, que ha manchado la venta de las telefónicas y herido el patrimonio ético del Gobierno. Para la oposición brasileña, las dimisiones no cambian nada y continúa trabajando para crear una comisión parlamentaria de investigación (CPI).
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