Cultura considera satisfactorio el apoyo a las artes escénicas, subvencionadas con 178 millones este año

El Gobierno vasco ha destinado a lo largo de 1998 un total de 178 millones de pesetas para contribuir al desarrollo de las artes escénicas -danza y teatro- en Euskadi y contribuir a su difusión fuera de la comunidad. Esta subvención viene a cerrar el apoyo al sector de una legislatura en la que se ha logrado, según el viceconsejero de Cultura, José María Agirre, "una colaboración interinstitucional" y una compenetración con el sector. Cultura reconococe que la creación de una Escuela de Teatro continúa siendo una asignatura pendiente. "Pero eso, asegura, "compete a Educación".

El viceconsejero de Cultura, José María Agirre, y la directora de Difusión Cultural, Amaia Rodríguez, no quisieron quedarse ayer en las cifras: 150 millones de pesetas para la creación, difusión y el apoyo al asociacionismo en el teatro y 28 para el impulso de la danza. Máxime cuando los presupuestos, congelados, han permitido un incremento de ayudas a las artes escénicas apenas perceptible. Ambos hicieron hincapié en el trasfondo, en la dimámica creada para asentar bases de cara al futuro. "Hemos hecho un gran esfuerzo de promoción de teatro vasco fuera de la comunidad", resaltó Rodríguez. Precisamente el departamento ha aportado 5 millones de pesetas a la Feria de Teatro de San Sebastián, que se retomó tras varios años de ausencia. Pese a que no pueden traducirse los resultados en cifras, la realidad es que ha servido a las compañías para garantizarse contratos fuera del País Vasco. Lo mismo ocurrió en la feria de Tárrega, que tuvo un apoyo de 8 millones de pesetas. Los responsables del Departamento de Cultura se muestran convencidos de que iniciativas como éstas abren las puertas al talento escénico y facilitan que los grupos vascos tengan más presencia exterior. Varias de las compañías que han participado en las ferias y han registrado mayor subvención -Tantakka (2.350.000 pesetas y Ur teatro (2.500.000)- conocen de sobra las peculiaridades de los públicos de Madrid y Barcelona, a los que han cautivado. La salud del sector de la danza no puede medirse en los mismos términos, entre otros motivos porque no tiene la dimensión de la que goza el teatro, según reconoció Rodríguez. El Gobierno vasco "ha tratado de hacer un plan integral para dotar de un corpus al baile". Se han invertido 28 millones en la producción, la creación coreográfica y las giras de las distintas compañías de danza. Además se han difundido sus obras a través de la II Muestra de Nuevos Coreógrafos vascos. La legislatura está consumida y los dos responsables de Cultura realizaron ayer un balance "positivo" de su gestión. Agirre insistió, sobre todo, en la colaboración interinstitucional en este campo que, a la larga, "puede ser multiplicadora". Y más allá de las cifras resaltó la "buena" sintonía que existe entre administración y el sector. "Sabemos que estamos en el mismo barco. Y eso no se valora económicamente". La asignatura pendiente para el futuro es la creación de una Escuela de Teatro vasca, según reconoció Amaya Rodríguez. "Hay mucho talento y la gente ha tenido que salir a estudiar fuera", dijo. "Pero eso compete al Departamento de Educación".