"Me comunico en blanco y negro"

"Con las personas y los objetos me comunico con el blanco y negro", declaró ayer Alberto Schommer al presentar su antológica. El fotógrafo ha preferido no insistir en sus series más conocidas -como las publicadas en EL PAÍS- y exponer su evolución, desde los retratos psicológicos al reportaje, junto a los 30 libros que ha publicado. Salvo algunas obras en color, en el montaje domina el blanco y negro.El fotógrafo y académico se mostró ayer optimista sobre el lugar de la fotografía, en la Biblioteca Nacional y en el Reina Sofía, aunque lucha por la creación del Centro Nacional de Fotografía, desde el Ministerio de Educación y Cultura, para evitar que se "dispersen y pierdan" muchos archivos. Schommer ha donado 400.000 obras de su padre al archivo de la Diputación de Álava, y no ha llegado a un acuerdo para crear su propia fundación en el museo de Vitoria por falta de medios.

A la hora de elegir un personaje, Schommer se queda con el pintor Joan Miró, "por su sencillez, profundidad e ingenio", al que retrató con alas, y en cuanto a ciudades, no duda en señalar a Nueva York, aunque "humanamente" prefiere París. "Sevilla es la capital española más bellapor su luz de oro, y San Sebastián, por una luz más azulada". En sus últimos libros sobre ciudades, como La Habana, Venecia y Madrid, cambia los aspectos formales e introduce las interferencias y los movimientos, que adquieren "una humanidad enorme".

Los reportajes, varios a la vez -"como Woody Allen con sus películas"-, ocupan los proyectos de Schommer, que son estudiados al detalle en sus cuadernos de libros de viajes, donde anota las historias que acompañan a las imágenes y las características del montaje del libro.