_
_
_
_
_

"Cimraeg" con acento vasco

Mikel Ormazabal

Un grupo de jóvenes estudiantes de Gales (en inglés Wales y en galés Cymru) se encuentra en San Sebastián realizando un estudio sobre las lenguas minoritarias. Quieren analizar la realidad del euskera, las costumbres y usos sociales en el País Vasco y establecer lazos de amistad con jóvenes vascos. En sólo dos días han comprobado que existen bastantes similitudes con su país. "Kaixo (hola) se pronuncia como conseguir en galés (geiso cael)", señala Glenys Bluett, la profesora que acompaña al grupo de 14 jóvenes galeses de 16 y 17 años. Asegura que allí también tienen medios de comunicación propios, la climatología y el paisaje son similares, que organizan una fiesta escolar como ocurre con las ikastolas, que también existe un movimiento separatista radical (Sons of Owain Glyndwr) y que el orgullo vasco guarda mucho parecido con el sentimiento de ser galés. A partir de éstas y otras coincidencias, van a recopilar información y reunir contactos para trasladar a su país las acciones tendentes a la normalización del euskera que se están realizando en el País Vasco. El galés (welsh en inglés, aunque los nativos lo conocen como cimraeg), que procede de una lengua celta hablada en las Islas Británicas antes de la ocupación romana, sobrevive aún pese al progresivo languidecimiento que ha sufrido. Actualmente se calcula que unas 500.000 personas (el 20% de la población galesa) emplean este idioma, en parte porque hasta 1960 ninguna escuela impartía clases en esa lengua. El profesor Edward Beach afirma que en Gales están preocupados con su lengua. "Los niños aprenden galés hasta los 16 años, pero después, en la enseñanza superior, sólo pueden estudiar en inglés. Muchos padres no conocen el galés, aunque muchas familias están aprendiéndolo a la vez que sus hijos. Con la estancia en el País Vasco queremos conocer esta realidad y ver qué estrategias se pueden aplicar allí". Los jóvenes de Pontypridd (a 15 millas de Cardiff), un enclave azotado por la decadencia de la siderurgia y de la industria de la extracción de la hulla, no tenían apenas datos del País Vasco, no conocían la ubicación exacta de San Sebastián en el mapa. Sólo tenían la certeza de que se hallaba en la frontera de España con Francia y alguna referencia de ETA. Sólo un recuerdo de John Toshack, quien en una de sus estancias en San Sebastián afirmó: "Yo soy un vasco de Gales". Gracias a una ayuda del Fondo Social Europeo, durante estos días visitarán las instalaciones de la empresa CAF, en Beasain; el mercado agrícola y ganadero de Ordizia, el Museo Guggenheim, el monasterio de Yuso (La Rioja) y asistirán a clase en las instalaciones del centro Cebanc, en San Sebastián, donde comparten con otros alumnos experiencias y conocimientos varios, e intercambian productos típicos de ambas regiones. Los galeses trajeron cerveza y pastas caseras para degustar. De vuelta a Gales se llevarán una ikurriña, algunos alimentos típicos e imágenes grabadas en video.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_