Una gestión salpicada por la polémica y el enfrentamiento
Fernando López-Amor estaba asistiendo a un Real Madrid-Barcelona en el estadio Santiago Bernabéu cuando el Gobierno hizo público, a través del Telediario, su nombramiento. Ahora que el mismo Gobierno quiere prescindir de él, se encuentra en Costa Rica. Su sucesor será el tercer responsable de RTVE en lo que va de legislatura.
López-Amor ha sido un director general controvertido desde el mismo día de su nombramiento. El Partido Popular había abogado durante la campaña electoral por situar al frente de la radiotelevisión estatal a un profesional y no a una persona vinculada al partido. Aznar mantuvo el compromiso con el nombramiento de Mónica Ridruejo, pero se saltó la máxima en febrero de 1997, cuando propuso a López-Amor como responsable del ente público.
López-Amor (Salamanca, 1953) labró su carrera política en el Ayuntamiento de Madrid, donde ejerció como concejal de Urbanismo y Vivienda y de Economía y Hacienda. Hasta su nombramiento era portavoz adjunto del Grupo Parlamentario Popular y portavoz del PP en la Comisión de Presupuestos.
En los 21 meses de gestión, López-Amor ha logrado mantener la paz social dentro de RTVE -pese a haber puesto en marcha un expediente de regulación de empleo- y ha incrementado el liderazgo de Televisión Española respecto a las cadenas privadas.
Pero también ha sembrado la polémica. No sólo ha protagonizado continuos desplantes hacia los diputados -sobre todo hacia los socialistas- de la Comisión de Control Parlamentario de RTVE. También ha incumplido reiteradamente las resoluciones del Consejo de Administración.
Acusaciones
Las relaciones entre López-Amor y el consejo se encasquillaron a raíz de un estudio sobre los informativos de TVE y RNE, atribuido al Instituto Oficial de RTV, en el que se vertían serias acusaciones contra destacados profesionales -Carlos Herrera y Alfredo Urdaci, entre ellos-. El Consejo de Administración solicitó entonces el cese del secretario general de RTVE, Pedro Lescure, como secretario del consejo, al negarse a dar explicaciones sobre la autoría del informe. López-Amor consideró "nulo de pleno derecho" tal cese y desde abril no asiste a las sesiones.Gracias al apoyo de los consejeros del PP y de CiU, López-Amor salió airoso, en marzo pasado, de la propuesta de cese solicitada por los representantes del PSOE , IU y PNV. Estos tres grupos acusaban al director de incumplimiento sistemático de los principios de objetividad, imparcialidad y pluralismo político.
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