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La cartuja de Aula Dei abre sus puertas a las mujeres para contemplar los frescos de Goya

Los Reyes asisten en Zaragoza a la reapertura de la Seo, cerrada durante 20 años

A las cuatro y cuarto de la tarde de ayer, la reina Sofía entraba en la cartuja de Aula Dei y penetraba en su iglesia, donde se guardan siete pinturas murales que Goya pintó en 1774 cuando tenía 28 años, y que representan escenas de la vida de la Virgen. La Reina ha sido la primera mujer que ha entrado en el claustro sin dispensa papal, incluso pidió disculpas al prior, Carlo Ferrari, por las molestias. No fue la única, tras ella entraron medio centenar de mujeres: las componentes del Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), las periodistas -especialmente invitadas- y las mujeres de los consejeros del Gobierno aragonés. También entró la alcaldesa, Luisa Fernanda Rudi.

Los reyes de España asistieron ayer en Zaragoza a la reapertura de la Seo, cerrada durante 20 años por tareas de restauración, y a la apertura del pasadizo que permitirá a las mujeres entrar en la cartuja de Aula Dei para contemplar las pinturas que Goya dejó en la iglesia de los monjes. Zaragoza vivió dos acontecimientos extraordinarios: el primero, porque una de las catedrales españolas que mejor resume las diferentes culturas y estilos arquitectónicos se ha abierto de nuevo, y el segundo, porque marca un hito en la severa regla de una orden, la cartuja, que no había transigido hasta ahora.La entrada de mujeres en Aula Dei ha sido posible tras meses de reivindicaciones. El pasado año, en la celebración del Año de Goya, un colectivo se organizó y protestó por el veto. Preguntas en el Congreso, apelaciones a Roma, hasta la ministra Esperanza Aguirre reconoció lo insólito de la situación, pero la iglesia de los cartujos está dentro del monasterio y la regla era sagrada. Como medida salomónica, el Gobierno de Aragón suspendió las visitas masculinas. Sin embargo, aquella protesta y los buenos oficios del presidente aragonés, Santiago Lanzuela, y del prior de la cartuja dulcificaron la situación.

La solución, un pasadizo que atraviesa la bodega de los monjes desde la parte posterior del convento. El arquitecto Regino Borobio diseñó un acceso acristalado que desciende a las bodegas y en el que ha puesto su particular homenaje a la lucha de las mujeres: paneles lila en las paredes donde se soportan las nuevas luces. Del pasadizo se accede a la iglesia. Las pinturas podrán visitarse 12 días al año. Ya hay más de 3.000 visitas pedidas.

Hasta ahora, sólo tres mujeres habían podido contemplar los fescos de Goya con dispensa papal: la infanta Isabel, La Chata; una secretaria de juzgado y la restauradora Teresa Grassa.

Ayer los Reyes hablaron con los cartujos y descubrieron una placa que conmemora la inauguración. Está en la bodega, junto a un hueco que guarda en el muro, tras el cristal, viejas botellas de vino.

Los Reyes presidieron por la mañana la reapertura de La Seo, un mosaico de culturas que se han superpuesto a lo largo de ocho siglos. Los estilos pasan del románico al gótico, el mudéjar, el Renacimiento, el barroco o el neoclásico. La Seo fue antigua mezquita musulmana -la mezquita Aljama- anterior a la de Córdoba, y pasó a ser catedral cristiana cuando en el siglo XII Alfonso I el Batallador conquistó Zaragoza y la convirtió en capital de la corona. La Seo fue el espacio real donde eran coronados los reyes aragoneses hasta que en el siglo XVI pasaron simplemente a jurar los fueros.

La catedral de El Salvador es singular desde sus orígenes, su cabecera está dirigida al Norte, lo que avala la tesis de que se construyó sobre la antigua mezquita. Pero la fábrica que aguantó la suma de civilizaciones avisó de su deterioro en el año 1975. En 1978 comenzó su primera fase de restauración. El arquitecto Ángel Peropadre sustituyó seis pilares ante el riesgo de hundimiento de la catedral, restauró aleros, cubiertas, ventanas y vidrieras y reforzó sus muros. Diez años después, Ignacio Gracia recupera el paño mudéjar de la parroquieta. Una sinfonía de azulejos de traza aragonesa y sevillana que conduce al cimborrio, obra de Mahoma Ramí, arquitecto del papa Luna que construyó el segundo de la catedral. La última etapa de las obras la han realizado Luis Franco y Mariano Pemán, que han recuperado su luz interior, han restaurado las capillas laterales, el trascoro, recuperando el retablo mayor, obra capital del gótico europeo, y la torre del reloj, diseñada por Contini en el siglo XVII.

El Gobierno de Aragón ha invertido más de 2.300 millones de pesetas en la restauración y en la obra han trabajado más de 500 especialistas

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