Michel el Grande
Michel Petrucciani ofreció un recital sencillamente milagroso. No cabe otra conclusión después de escucharle tocar durante hora y media miles de notas luminosas. Trató las melodías con guante de seda y propuso ritmos de vehemencia persuasiva, explicados con esa autoridad gentil que diferencia a aquellos que prefieren convencer sin imposiciones.Empezó con una evocadora composición propia, pero enseguida se zambulló en la música de Duke Ellington y los ellingtonianos. Así, engarzó las baladas Lush life y In a sentimental mood con asombrosa naturalidad, y aun estas dos piezas maestras con una especie de tango que confirmó el carácter doblemente impresionista de su estilo: por deuda nacional con los padres del invento -Fauré como precursor y Ravel como arquetipo- y por parentesco artístico directo con Bill Evans. Petrucciani saltó después del blues connotation de Ornette Coleman al caravan de Juan Tizol, un considerable brinco histórico y formal que resultó imperceptible gracias a su capacidad para hacer de la música un todo homogéneo que relativiza términos tan ambiguos y equívocos como vanguardia o modernidad. Cuando Petrucciani dio por cerrado este espeluznante primer bloque de su actuación, parecía que todo estaba dicho, pero todavía quedaba mucha música por paladear.
Michel Petrucciani
Michel Petrucciani (piano solo). Auditorio Nacional. Madrid. 7 de noviembre.
El pianista centró la segunda parte en piezas propias para demostrar que también es un compositor de interés. Destacó Trilogy in blois, evocadora y crepuscular, y un extraordinario calypso de escritura tan audaz, compleja y razonada que hubiera intrigado al mismísimo Arnold Schoenberg. El Take the "A" train ellingtoniano en versión deliciosamente desenfrenada y el bolero Bésame mucho, una atención al público español que en realidad forma parte del repertorio de Petrucciani desde hace años, coronaron un recital prodigioso.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Los barceloneses tendrán un descuento del 50% para visitar la Sagrada Familia en el 2026
La jueza de la dana admite que Feijóo testifique de forma telemática el próximo 9 de enero
Robles exige a Feijóo que pida disculpas por decir que el Ejército no acudió en ayuda de las víctimas de la dana
Cese fulminante de un edil socialista en Jaén por difundir un vídeo con cánticos machistas
Lo más visto
- Europa entra en estado de alerta ante la embestida estratégica de Trump
- La larga sombra del hijo único: China paga con una crisis demográfica su mayor experimento social
- Los grandes derrotados del Gordo de Navidad de Villamanín, 15 jóvenes de entre 18 y 25 años: “Hoy hemos perdido amigos”
- ¿Qué pasa si uno solo de los ganadores del Gordo de Villamanín decide denunciar?
- El giro del PP con Vox: de prometer no gobernar con la extrema derecha a normalizarlo tras el resultado en Extremadura




























































