El viaje real y metafórico centra la VIII Fotobienal de Vigo

Los viajes, como realidad o metáfora, dan el contenido de la exposición central de la VIII Fotobienal de Vigo, que estará abierta hasta el 20 de diciembre y en la que se da cuenta en ése y otros apartados de las corrientes de vanguardia y su eclecticismo, así como de autores que son ya referencias históricas de la fotografía y otros que se presentan en sociedad por vez primera. "No son exposiciones de circuito, las producimos enteramente desde aquí y esto es lo que las singulariza", apunta Manuel Cendón, del Centro de Estudios Fotográficos, responsable de esta bienal desde su primera edición.Walter Evans firma 30 de las 80 imágenes que interpretan el viaje "como estudio social", concretado en la sociedad americana que gobernó Roosvelt y retrató el grupo de la FSA (Farc Security Administration) con impronta documentalista. El viaje "como necesidad" de la emigración queda patente en las 60 instantáneas de Manuel Ferrol, seleccionadas del trabajo que éste realizó en 1957 con las oleadas de emigrantes que iban a América desde el puerto de Vigo.

Un álbum de viajes, con imágenes captadas por personas que no tienen ningún tipo de vinculación estable con la fotografía señala el viaje turístico "como ocio". El tratamiento del viaje de la fotografía contemporánea refleja su eclecticismo de técnicas e intenciones, del blanco y negro a la imagen digital, de los collages a las fotoinstalaciones, o de la ironía de Dagmar Sippe, a costa de los tópicos monumentales, al patetismo de Marcelo Brodsky, con la metáfora viajera de los desaparecidos en Argentina y de los internos en los campos de concentración nazis.

La bienal recupera también la obra insólita, por la calidad de sus retratos y escenificaciones, de un desconocido, Virxilio Vieitez, y en otro de sus apartados clásicos, Vigovisions, ofrece los trabajos innovadores, y a veces antagónicos, realizados en y con la ciudad por siete reconocidos fotógrafos de concepciones diferentes. Las imágenes realizadas sin cámaras convencionales por 10 ex alumnos de la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra y los proyectos becados por la propia bienal de otros cuatro fotógrafos completan el conjunto.