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Osakidetza ha logrado descubrir el triple de casos de cáncer de mama que en 1995

El programa de Osakidetza para detectar lo antes posible el cáncer de mama cumplirá tres años el mes que viene. La detección precoz es la principal arma contra esta enfermedad, que por ahora no se puede prevenir. Existe el riesgo de que una de cada diez mujeres vascas llegue a padecerla. Las revisiones generalizadas a las mujeres de entre 50 y 64 años está cumpliendo los objetivos previstos. Estas consultas han servido para descubrir 484 casos de cáncer de pecho entre noviembre de 1995 y el pasado junio, el triple que antes.

La directora del programa de Osakidetza para la detección precoz del cáncer de pecho, Garbiñe Sarriugarte, precisa que "un porcentaje alto de los casos detectados son tumores pequeños que, por tanto, tienen unas posibilidades de curación muy altas". Sarriugarte aporta otro dato para dejar claro que este tipo de cáncer, a diferencia de lo que bastante gente piensa, no tiene por qué desembocar en la extirpación de la mama. "En las tres cuartas partes de los casos se ha conservado el pecho". Lo que pretende básicamente Osakidetza es atajar esta enfermedad en su estado inicial. La herramienta para lograrlo es hacer mamografías cada dos años a todas las mujeres de entre 50 y 64 años que viven en Euskadi; en total, unas 200.000 personas. Como la implantación de estas revisiones se está haciendo de manera progresiva, hasta ahora son algo más de 111.000 las que han participado en el programa. Otras 35.000 mujeres citadas por el servicio vasco de salud no acudieron a la consulta. La responsable del programa explica que los objetivos son dos: por un lado, involucrar en él a ocho de cada diez mujeres a las que va dirigido y superar la cifra de casos detectados que se ha alcanzado. Antes de que Osakidetza creara este sistema de detección precoz se descubrían 1,4 casos por cada mil mujeres. Ahora, ha aumentado hasta 4,93 casos por cada mil vascas. Esto significa que se conocen más casos, no que existan más que antes. Porque, como insiste Sarriugarte, hoy en día "no se puede evitar que surja" este tipo de cáncer. Álava, donde primero se implantó, es la única provincia donde ya se ha completado la primera vuelta. Más del 85% de la población femenina a la que iba dirigido ya se ha sometido a la primera de las revisiones bianuales. El objetivo último de la Sanidad vasca es que se detecten al menos cinco casos por mil mujeres. Ello implicará una disminución de la mortalidad por cáncer de pecho entre las mujeres vascas. "El cáncer de mama es un problema sanitario muy grave", enfatiza Sarriugarte. No sólo es "el cáncer más frecuente entre las mujeres" sino que, además, "es la primera causa de muerte por cáncer entre la población femenina". Los datos de 1996, los últimos disponibles, indican que causó la muerte de 32 personas por cada 100.000 habitantes en la comunidad autónoma. Ella recuerda que, antes o después, una de cada diez vasca lo padecerá. Ser mujer y antecedentes Osakidetza prácticamente ha cumplido sus objetivos en cuanto a captación de las mujeres del grupo de edad al que hay controlar con mayor detenimiento. Las probabilidades de padecer cáncer de pecho aumentan por el fecho de ser mujer -tan sólo el 1% de los afectados son hombres- y también suben a partir de los 50 años y si existen antecedentes en familiares de primer grado (padres, hermanos o hijos). El 76% de todas las féminas convocadas ha acudido a la cita. El objetivo es lograr al menos el 80%. Sarriugarte precisa en este sentido que en las zonas donde el programa lleva más tiempo implantado la tasa de participación es mayor. El programa, que empezó como proyecto piloto en noviembre de 1995 en Álava, se extendió a toda Guipúzcoa y Vizcaya durante el año pasado. El informe de resultados obtenidos en estos primeros tres años indica que 8% de las participantes tuvo que someterse a otras pruebas radiológicas además de la mamografía inicial. Algo más del 1% de las participantes fueron derivadas a hospitales, ante la sospecha de que padecían un tumor maligno. El tiempo de espera para recibir los resultados de la mamografía fue de unos ocho días. Las que requirieron más análisis tuvieron que esperar otros diez días. Una media de 26 días transcurrieron entre la primera prueba y el inicio del tratamiento en los casos en que era preciso.

Las razones del plantón

Alrededor de 35.000 mujeres no acudieron a la cita con el programa de detección precoz del cáncer de pecho, pese a haber sido invitadas. Su máxima responsable, Garbiñe Sarriugarte, apunta tres causas fundamentales para estos plantones. Un tercio de ellas ya estaban controladas en un centro médico privado, otras se habían hecho una radiografía recientemente y el resto incluye diversas razones que, según Sarriugarte, se podrían resumir en una palabra: miedo. Miedo a que el médico les diga que tiene cáncer, al proceso radiológico de la mamografía. O falta de tiempo para acudir a la consulta, sin más. Estos son en líneas generales los resultados de una encuesta hecha por Osakidetza en Álava entre mujeres que dieron plantón al programa. Sarriugarte las considera generalizables al resto de Euskadi. Recuerda que estudios similares realizados en Navarra han arrojado las mismas respuestas.

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