Manos blancas contra Pinochet

Sin teñirse de pintura, miles de manos blancas se alzan contra el ex dictador Augusto Pinochet. Ocurre cada día, casi a cada minuto, en muchos países del mundo y desde diferentes centros academicos y de investigación. Aunque no se ven. Son manos blancas virtuales y están en la red.Cuando el hombre que sumió a Chile en una de las páginas más vergonzosas de su historia fue detenido en Londres el día 16, un grupo de profesores e investigadores de la Universidad Autonoma de Madrid (UAM) decidió levantar sus manos contra la impunidad de Pinochet como un día de febrero de 1996 se hiciera contra la sinrazón de la violencia ejercida por los asesinos de ETA contra Francisco Tomás y Valiente. Aunque en esta ocasión la iniciativa no nació del dolor y la ira, sino de la esperanza de muchos de ver un día ante un tribunal español al hoy senador vitalicio acusado de genocidio y crímenes contra la humanidad perpetrados durante su dictadura (1973-1990).

Este grupo de personas de la UAM, en su mayoría físicos y biólogos, decidieron transformar esas manos blancas en un mensaje lanzado a través de Internet. Bajo un poema de Residencia en la tierra de Pablo Neruda, solicitaban, a través de la página web de la UAM (http://www.uam.es), al mundo académico y científico firmas a favor de la extradición, solicitada por el juez Baltasar Garzón, del ex general de 82 años, y, posteriormente, entregar las firmas de apoyo tanto al presidente del Gobierno español, José María Aznar, como al jefe del Estado chileno, Eduardo Frei.

"En principio fue algo testimonial y muy local, algo que tenía que hacerse, pero la respuesta ha sido magnífica, tanto que nos ha desbordado", asegura uno de los investigadores implicados en la idea. "No creo que nunca antes haya habido una movilización del mundo académico semejante a ésta", prosigue. Y no anda desencaminado. Entre los firmantes, dos premios Nobel de Física. El estadounidense Jack Steinberger y Georges Charpak, un polaco nacionalizado francés que vivió el horror de un campo de concentración nazi durante la II Guerra Mundial. Ambos trabajan actualmente en Ginebra en el prestigioso Centro Europeo de Física de Particulas, CERN, desde donde se ha recibido un espectacular apoyo a la iniciativa española.

Iniciativa que, todavía ayer, tras conocerse la puesta en libertad bajo fianza del dictador, seguía creciendo implacable de forma silenciosa. Ya sea desde Ucrania, Japón, Noruega, Brasil o Hong Kong. Desde las universidades norteamericanas de Yale, Stanford o Harvard, desde todos estos lugares, no dejan de llegar firmas y mensajes de apoyo. "Que su caso sirva de ejemplo para otros genocidas en el mundo, y que sea una bandera contra la impunidad de los que tienen por costumbre levantarse contra la voluntad popular", escribe alguien desde Argentina.

"Asegurémonos de que la historia lo recuerda como lo que fue: Un asesino"; "Demasiado tiempo han callado los asesinados y los torturados por el régimen del dictador chileno. Para no enloquecer por el dolor del silencio cómplice y cobarde. ¡Tráiganle a España!", o "Trullo eterno para Pinochet y los suyos", son sólo una brevísima muestra de los muchos mensajes que acompañan a las firmas a favor de ver a Pinochet rendir cuentas por sus crímenes.

"Lo más sorprendente de todo", relata como una anécdota el investigador, "es que la gente nos da las gracias por la idea". Quizá la explicación a este agradecimiento esté en un mensaje enviado desde México y que recalca una de las catedráticas de la UAM: "Sencillamente, lo hago por dignidad".