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EL DIÁLOGO SOCIAL

Una contratación más estable con incentivos en sus cotizaciones

La reforma de la contratación a tiempo parcial pretende dotar a esta fórmula de estabilidad. Para ello, Trabajo prevé aplicar incentivos en las cotizaciones empresariales en torno al 50% siempre que sean fijos o para los temporales que pasen a indefinidos.Esas subvenciones se deben concretar en la mesa todavía abierta en la que Trabajo y los agentes sociales estudian los incentivos al empleo estable, y que todavía tiene una buena tarea pendiente.

La Administración quiere, sobre todo, decidir qué se hace con los incentivos que se pusieron en marcha en la reforma laboral de 1997 para los contratos estables de jornada normal y con vigencia hasta mayo del próximo año.

Su temor es que caiga en picado la contratación estable si se eliminan totalmente esas subvenciones del 50% en las cuotas empresariales. Por ello propone prorrogarlas por un año más, aunque bajando las ayudas al 30% de las cotizaciones sociales.

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Además, como se está agotando la bolsa de contratos temporales que pasan a convertirse en fijos, quiere ampliar el universo de contratos subvencionables a todos aquellos realizados a partir de la citada reforma laboral.

Subida de cuotas

Junto a ello debe decidir si, por fin, descongela la subida de las cotizaciones de los contratos temporales para frenar su uso y abuso, prevista en la Ley de Acompañamiento de los Presupuestos de este año y no utilizada. Esa decisión le sumaría otro motivo de discrepancia con la patronal CEOE, que rechaza tajantemente la penalización y que se presuma que hay fraude de ley.En la tercera mesa de diálogo, la dedicada a políticas pasivas y activas de empleo, también hay fuertes diferencias. Los sindicatos han reclamado en ella algo que supondría una modificación importante del proyecto de Presupuestos Generales del próximo año, y que el Gobierno rechaza de plano. Se trata de mejorar la protección social de los parados de larga duración (más de un año) con responsabilidades familiares y con más de 45 años de edad. Ese colectivo reúne unos 250.000 desempleados, y el coste estaría cercano a los 300.000 millones de pesetas.

Tampoco parece cercano un pacto para reducir la jornada laboral a 35 horas.

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