Palacio de Samaniego

Un delicioso palacete del siglo XVIII restaurado en pleno corazón de la Rioja Alavesa ha sido el escenario elegido por la joven pareja formada por Jon Ugalde y Ana Amillano para su aventura hostelera. Impera la sencillez, el buen gusto, los toques de personalidad, tanto en su cocina como en el pequeño hotel que alberga la casa (12 habitaciones). En lo gastronómico, los pasos también se encauzan por la misma senda: materias primas de primera, carta corta, pero inteligentemente diseñada, concesión a los gustos de la zona, pero con ejecuciones que demuestran sobrada técnica. Es decir, una culinaria que tiende más a la vertiente tradicional, pero sutil, elegante y, sobre todo, sabrosa. No hay que perderse las dos variaciones de morcilla: la de verduras envuelta en pasta crujiente y la de arroz desgranada sobre una fina crema de habas frescas, ambas portentosas. Las croquetas de jamón como entrante tampoco le van a la zaga. Las kokotxas de bacalao con almejas en salsa verde, son de chuparse los dedos, pero, sin duda, la estrella de la casa, es la crepineta de cordero acompañada de un salteado de verduras de la huerta de Samaniego.