El ministro de Exteriores chileno cree que el senador debe abandonar la política cuando regrese a Santiago

El Gobierno chileno envió a Londres a su viceministro de Exteriores, Mariano Fernández, para intentar lograr la liberación del senador vitalicio Augusto Pinochet en consideración a razones humanitarias. Se trata de una nueva estrategia que se suma a la defensa de su inmunidad diplomática. Mientras, en Santiago, el canciller (ministro de Exteriores) José Miguel Insulza sostuvo ayer que Pinochet, cuando regrese a Santiago, "debe irse para su casa", pues Chile no puede continuar siendo sometido "a la tensión y división que su figura provoca". Al defender la petición humanitaria, Insulza recordó que en Europa a la gente de la edad de Pinochet no se le encarcela. "¿Tiene sentido hacer todo un proceso seguramente de meses y años a una persona enferma de 83 años con el solo objetivo de que se muera durante el proceso?".

El enviado especial del Gobierno que llegó ayer a Londres, proveniente de Madrid, esgrimirá ante las autoridades británicas y el Foreign Office estos motivos humanitarios para lograr la libertad del ex general.

Aunque descartó la posibilidad de una ruptura institucional, Insulza reconoció que, con las reacciones generadas por la detención, el proceso político chileno ya ha retrocedido. "Las desconfianzas brutales que se han generado en estos días, los odios que han resurgido, sí son una involución en el proceso político", dijo. Y si en 1989, en el último año de su Gobierno, Pinochet se hubiera ido para su casa, hoy "no estaría pasando nada", agregó.

También criticó Insulza la forma en que votó el pasado jueves el Parlamento Europeo, al aprobar una recomendación a España para que extradite al senador, "como emperadores romanos con el dedo hacia abajo", pues no sólo hiere la sensibilidad de los adherentes a Pinochet, sino también la de otros sectores que no quieren ver tratado así a Chile.

Por otra parte, una decena de parlamentarios y dirigentes de partidos de izquierda y activistas de derechos humanos han recibido amenazas de muerte y secuestro por parte de desconocidos en los últimos días, después de la detención del general Pinochet.

Entre los amenazados están los diputados socialistas Isabel Allende, Jaime Naranjo y Fanny Pollarolo, el del Partido por la Democracia Güido Guirardi, los dirigentes comunistas Gladys Marín, Volodia Teitelboim y Luis Corvalán, el abogado Hernán Montealegre, el pintor nacido en España José Balmes y Carmen Soria, hija del diplomático español Carmelo Soria, asesinado por la dictadura en 1976.

Un aviso publicitario publicado el miércoles en el vespertino La Segunda, en idioma alemán, ordenaba en nombre del capitán de una compañía de bomberos a un "ejercicio teórico en el cuartel" para el 21 de septiembre, y estaba firmado por El Ayudante. El aviso tiene mucha similitud con la difusión en español, por la televisión estatal, horas después del atentado contra Pinochet, el 7 de septiembre de 1986, de una llamada a la que también convocaba El Ayudante.

Después de la difusión de ese aviso, cuatro dirigentes opositores, entre ellos el periodista José Carrasco, en represalia por el atentado contra el general, fueron asesinados, y un quinto logró salvarse. Un diputado resaltó ayer en el diario La Nación, la similitud del anuncio, aunque los bomberos dicen que se trata sólo de un error, mientras La Segunda está investigando la situación.

Lagos interpretó este mensaje como parte del "clima de terror psicológico" que buscan crear sectores fascistas.