Claudio Magris explica que el viaje da sentido a la vida y a la literatura

Tiene una cabeza germánica y un alma italiana, una forma de pensar centroeuropea y un talante mediterráneo. Claudio Magris, nacido en 1939 en la ciudad fronteriza de Trieste, defendió ayer en Madrid el viaje como sentido de la vida y también de la literatura. Conocido a partir de la publicación de El Danubio, un libro difícilmente clasificable que se convirtió en éxito de ventas, este profesor italiano presentó ayer su nueva obra, Ítaca y más allá (Huerga y Fierro), al tiempo que reivindicó la mezcla de géneros en la literatura.

Claudio Magris explicó ayer a un grupo de periodistas algunos de los temas que le obsesionan y que giran siempre en torno al viaje. "En primer lugar", dijo, "se halla el sentido de la vida como viaje. En segundo término, el viaje como un volver a viajar, como un regresar no sólo a los lugares físicos, sino asimismo a los libros. Por último, esa sensación de que la tierra prometida no existe, pero hay que buscarla. Se trata de un sí a la vida paradójico porque en el vacío también se encuentra la plenitud".A lo largo de su disertación Claudio Magris cita a clásicos del siglo XX como Franz Kafka, Elías Canetti, Jorge Luis Borges o Robert Musil, de los que el escritor de Trieste es un experto. Entre su dedicación académica, sus viajes y sus narraciones, Magris confiesa tener poco interés por estar al día de las casi siempre fugaces novedades literarias. En cambio, uno de los narradores italianos más relevantes de este final de siglo declara abiertamente su fascinación por la realidad. Después de advertir que sólo comienza a entender las cosas a partir del momento en que las escribe, Magris subrayó ayer que "la vida es más original que aquello que pueda inventar un escritor".

Temas y géneros

El libro Ítaca y más allá contiene 48 artículos publicados por Magris en el diario Il Corriere della Sera en los últimos años, pero el autor rechazó que se trate de una antología de colaboraciones periodísticas. Surgido a partir de la confluencia de las casualidades y los proyectos, este ensayo literario refleja dos tipos de viajes. "Por una parte", aclara Magris, "un viaje circular, el del retorno al lugar de origen que describen la Odisea o el Ulises. Por otra, he querido mostrar el viaje sin retorno que transforma a un individuo que ya no regresa a casa. Estas dos formas de viaje marcan la vida y la literatura contemporáneas".Claudio Magris está persuadido de que un escritor no puede elegir el género literario, sino que cada tema exige su forma. "La historia nace junto con su forma", apostilla este italiano que se dio a conocer en toda Europa a mediados de los ochenta con El Danubio, una obra singular que fue publicada en España por Anagrama y que en Italia vendió 400.000 ejemplares en sólo un año. Novela compuesta de relatos de viajes, reportajes, investigación histórica y descripciones de gentes y paisajes que bordean el Danubio, desde su nacimiento hasta su desembocadura, Magris empleó cuatro años para escribirla. "Tomé notas, viajé, leí y probé colores como un pintor, pero sólo cuando ya había escrito casi la mitad del libro supe lo que iba a ser", comenta. Al igual que con otro libros suyos, como Conjeturas para un sable, Otro mar y Microcosmos, las historias le f ueron marcando el estilo a Magris.

Con amor y sin mitificaciones, Claudio Magris define lo que se le exige a la literatura: "Le pedimos salvar aquello que queda del naufragio". Pero a renglón seguido este germanista italiano explica: "Yo no tengo nostalgia del pasado, lo que tengo es nostalgia por la vida".