Una clínica de Bilbao implanta la detección del cáncer por imágenes
La pertinaz lucha contra el cáncer da un paso más con la incorporación de una de las más avanzadas técnicas no agresivas de diagnóstico y de investigación en biomedicina. Bajo el nombre de PET se ha empezado a utilizar por vez primera en el País Vasco, en concreto en Bilbao, una máquina que sin agredir al paciente es capaz de proporcionar por imágenes una información de todo el proceso cancerígeno: desde la posible existencia del tumor hasta la valoración a la respuesta del tratamiento.
Las cifras son elocuentes: 20.448 hombres y 13.233 mujeres fueron diagnosticados de tumor maligno entre los años 1987 y 1991 en la comunidad vasca, según datos del Departamento de Sanidad. El cáncer constituye la segunda causa de muerte. En la batalla contra la enfermedad, la máquina PET propicia una más fácil detección de la enfermedad y un mayor control en su tratamiento. Las siglas PET corresponden a la traducción del inglés Tomografía por Emisión de Positrones, que es similar a decir que es una técnica de diagnóstico por imágenes. La clínica Vicente San Sebastián la ha incoporado hace un mes a sus instalaciones de Bilbao y durante este tiempo ha sido utilizada por una media de dos pacientes diarios. Así lo explicó ayer el doctor Antonio Cabrera, especialista en Medicina Nuclear y responsable de la nueva máquina. Hasta ahora, sólo la Universidad Complutense en Madrid y la Clínica Universitaria de Navarra disponían de una similar. "Esta técnica aporta al conocimiento de la enfermedad una información [funciona] sobre el tumor que quizá no está desarrollado pero sí activo, así como de tipo bioquímico y molecular. Lo que hace la máquina es aprovechar las características metabólicas del tejido tumoral para obtener información. Así a través de las imágenes se puede discernir si hay tumor o no; en caso positivo, ver su exacta localización y extensión, para después aplicar el tipo de tratamiento y finalmente valorar la respuesta a ese tratamiento", explica pacientemente el doctor Cabrera. La nueva técnica es menos agresiva que las usadas tradicionalmente -no invade en absoluto y sólo está contraindicado en embarazados- y puede sustituir a otros métodos como la radiografía, el escáner y la biopsia. El paciente no sufre. Se le inyecta una dosis de glucosa marcada con Fluor 18 que, en caso de existencia de tumor, se dirige allí donde se encuentra y lo muestra. "Para explicarlo de manera nada científica diremos que es como poner una bombillita. El aparato va hacia donde está la luz y ve como se ha distribuido la glucosa. Allí donde está la luz está el tejido anómalo". Aunque la máquina se viene utilizando en casos de Oncología también sirve en casos de Neurológica. "Se puede usar para diferenciar los tipos de demencia; establecer el punto neurálgico donde se provoca la crisis y ver así el tratamiento más conveniente", señala el doctor Cabrera.
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