Osakidetza reforzará la vigilancia de los enfermos de tuberculosis que incumplen la terapia prescrita

El departamento de Sanidad reforzará la vigilancia de los enfermos de tuberculosis que no siguen el tratamiento prescrito por los especialistas. Así, entre las medidas de control que baraja para los pacientes que presenten un "perfil de dudoso cumplimiento" de la terapia es que reciban el tratamiento bajo la supervisión de personal sanitario. Los enfermos que no siguen las recomendaciones son un foco de infección a partir del cual la afección puede extenderse rápidamente a todos los que les rodean, ya que la tuberculosis se transmite por vía aérea.

La tuberculosis es una enfermedad altamente contagiosa producida por el bacilo de Koch. Adopta formas muy diferentes según el órgano atacado y la intensidad de la afección. La localización de la tuberculosis es pulmonar en más del 60% de los casos, pero también se puede encontrar en los huesos o en el cerebro. Durante la década del 90 se ha detectado un recrudecimiento de esta patología en los países desarrollados ligado a la aparición del sida, lo que provoca un aumento del número de casos de tuberculosis, según el jefe de Neumología del Hospital de Cruces, Víctor Sobradillo. Precisamente, un estudio del Registro de Casos de Tuberculosis -creado en Guipúzcoa en 1995- ha revelado que son los pacientes infectados con el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) los que más incumplen el tratamiento. De los casos infectados por el VIH, sólo el 36,8% ha finalizado el tratamiento prescrito, el 35,2% ha fallecido antes de finalizarlo y el 14,4% ha presentado un resultado del tratamiento potencialmente insatisfactorio. La tasa de cumplimiento para este grupo de pacientes es del 71,9%, mientras que para los casos de no infectados por el VIH es del 88,6%. Programa del Gobierno El Gobierno vasco puso en marcha en 1994 un programa de control de la tuberculosis. Los objetivos que se marcó eran tres: conocer con exactitud la situación epidemiológica de la tuberculosis en Euskadi, definir las medidas de control y crear una estructura asistencial adecuada. Cuatro años después, el departamento asegura que el plan funciona con "más o menos limitaciones" y que sus pretensiones se van alcanzando con normalidad. En 1997 se apreció un descenso del 13% de los casos en relación con el año anterior. De esta forma, la incidencia de la tuberculosis en 1997 fue de 38 por cada 100.000 habitantes en el País Vasco. La desagregación por grupos de edades presenta dos picos de máxima incidencia: en el grupo de mayores de 74 años y en el grupo de 25 a 34. Guipúzcoa es la provincia que presenta más casos con 46 por cada 100.000 habitantes. seguido de Vizcaya con 35 y Álava con 34. Las medidas de control de la tuberculosis se pueden resumir en la detección y diagnóstico de casos, el tratamiento y seguimiento de la enfermedad y el estudio de contactos y prescripción de antibióticos a todas las personas infectadas. Los responsables del programa han constatado la necesidad de reforzar el cumplimiento del tratamiento prescrito a los enfermos diagnosticados. Para ello, recomiendan la existencia de planes de "tratamiento directamente observado" (TDO) mediante los cuales pacientes con "perfil de dudoso cumplimiento" recibirían la terapia bajo la supervisión de personal sanitario. "En el País Vasco", explican los especialistas, "esta estrategia tiene poca implantación realizándose sólo de forma sistemática en las unidades de dispensación de metadona y en alguna comarca sanitaria de forma aislada. Sería importante protocolizar la respuesta para el abordaje de cada caso". Sin embargo, el departamento reconoce que en las situaciones flagrantes de oposición al tratamiento, las soluciones son muy complejas. Se confronta el derecho del paciente a negarse al tratamiento con el derecho a la salud de la comunidad a la que pertenece, todo ello acompañado habitualmente de problemas sociales, pobreza, indigencia y abuso de drogas.