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LA CRISIS DE KOSOVO

Holbrooke y Milosevic discrepan sobre el despliegue de tropas de la OTAN en Kosovo

La negociación maratoniana del embajador de Estados Unidos ante la ONU, Richard Holbrooke, enviado del presidente Bill Clinton para negociar con el presidente de Yugoslavia, Slobodan Milosevic, continuó ayer en Belgrado y podría prolongarse durante el día de hoy, para evitar el inicio de bombardeos por parte de la OTAN. Existen indicios de un acercamiento en las posiciones negociadoras, pero el núcleo de las diferencias parece plantearse en torno a "lograr una solución aceptable y verificable por completo", que incluiría el despliegue de tropas de la OTAN en Kosovo.

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Políticos albaneses de Kosovo, de todas las tendencias, insisten en que la negociación no satisface sus exigencias de independencia de esta provincia serbia, con un 90% de mayoría albanesa. Al mismo tiempo, el régimen de Milosevic aprovecha el río revuelto para dar una vuelta de tuerca en la represión contra medios de comunicación independientes, y cerró la emisora de oposición Radio Index de Belgrado.En la madrugada del domingo, la agencia yugoslava de prensa Tanjung lanzó las campanas al vuelo con un comunicado en el que daba por cumplidas "todas las condiciones para solucionar las cuestiones abiertas, a través de un proceso político". Añadía que las exigecias de la resolución de la ONU estaban cumplidas, como se puede comprobar sobre el terreno. A este comunicado siguió una ducha de agua fría, cuando Holbrooke declaró, tras siete horas de negociación: "Nada ha cambiado". El diplomático norteamericano, que parece convencido de la necesidad de contar como apoyo a su misión la intervención de la OTAN, dijo que hoy la Alianza Atlántica va a autorizar el ataque, "pero nosotros continuamos nuestros esfuerzos intensos para negociar la paz", y mencionó los próximos dos días como tiempo para continuar la negociación.

Acción militar

El secretario estadounidense de Defensa, William Cohen, anunció ayer en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos), que EEUU desplegará nuevos efectivos militares en Europa con vistas a una eventual intervención en Kosovo, informa la agencia France Presse. "Creo que todos los miembros de la OTAN están preparados para apoyar una acción [militar]", dijo.Holbrooke dio una pista clara de por dónde van los tiros y el punto candente de la negociación, cuando habló de "esfuerzo intenso para encontrar una solución aceptable con un sistema verificable por completo". Se trata de lograr un acuerdo aceptable para Milosevic y que al mismo tiempo la comunidad internacional considere que ofrece las garantías suficientes para verificar su cumplimiento. En este punto las posiciones parecen irreconciliables. Milosevic se niega a admitir un control internacional con presencia de tropas de la OTAN en territorio serbio y Kosovo es una provincia serbia, salvo para los albaneses. Sobre las fuerzas de tierra, que controlarían el cumplimiento de un posible acuerdo, se han barajado estos días las más variadas hipótesis: civiles o militares y desde una misión de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE), hasta fuerzas conjuntas de la OTAN y Rusia. El problema para Milosevic es cómo salvar la cara ante la población serbia. El pasado 23 de abril, en un referéndum sobre una mediación extranjera en Kosovo, con una participación del 73,05%, según los resultados oficiales, un 94,73% se pronunció en contra de la presencia foránea. Al aceptar la verificación de un posible acuerdo, tendría Milosevic que pasar por el aro de soportar la presencia de extranjeros en el "suelo sagrado" de Kosovo.

Los albaneses de Kosovo parecen haber quedado un poco en fuera de juego en esta fase de la negociación, a pesar de las visitas de Holbrooke a Pristina, que parecen formar parte de un ejercicio obligado.

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