Isabel Coixet traza un cuadro de amor trágico en su tercer filme

Ya sabíamos de la habilidad de Isabel Coixet para abordar, con pudor e ironía, el universo contemporáneo de los sentimientos: ahí está Cosas que nunca te dije para demostrarlo. Ahora, con A los que aman -que ayer se presentó en el Festival de Sitges-, ahonda en los vericuetos del amor como experiencia extrema en una película ambientada en algún lugar de Europa entre los siglos XVIII y XIX. Y lo hace con gran delicadeza y con una trama de hondas referencias stendhalianas en las que la cristalización del amor se lleva hasta sus últimas consecuencias. En un registro distinto, Jim Jarmusch inauguró la Semana de la Crítica con un documental vigoroso y muy personal, Year of the Horse, un recorrido, de la mano del músico Neil Young y de su formación más conocida, Crazy Horse, por 30 años del rock y de la vida de estos rockeros incombustibles. En cuanto a la selección fantástica, ninguna novedad: las primeras películas a competición sólo merecen el consuelo del olvido.

Incluida en la sección Gran Angular, A los que aman cuenta una historia de amores contrariados. Hay en el filme un elemento imprescindible para comprender la forma en que Coixet, al fin y al cabo, una historiadora, aborda la reconstrucción del referente temporal. Y ese elemento no es otro que el más extremo rigor a la hora de construir el espacio que el filme muestra, en el cual influencias pictóricas de variado signo, de Watteau a Géricault, se dan la mano, y en el que la portentosa fotografía de Paco Femenía está al servicio de una reconstrucción que tiene como norte el respeto extremo de la luz: de ahí que las relaciones entre los personajes estén presididas por ese elemento, central en la forma de vida de toda comunidad antes de la irrupción de la luz eléctrica.

Criaturas stendhalianas

Este rigor a la hora de abordar la luz y el espacio se transmite también a la construcción de las criaturas, hermosamente stendhalianas, y no porque se llamen Matilde o Armancia, sino porque llevan hasta sus últimas consecuencias las posturas del de Grenoble sobre el amor como pasión, sobre el arrebato amoroso y la cristalización del sentimiento; sobre las consecuencias que tal fenómeno extremo tienen para la vida de cualquier amante. Del filme, interpretado por actores poco conocidos (Olalla Moreno, Julio Núñez, Patxi Freytez, Mónica Bellucci, Christopher Thompson, Albert Pla, Gary Piquer) emerge una dimensión trágica del sentimiento, con el cual todos sufren, en el que ninguno encuentra la felicidad, pero sin el cual nadie puede vivir. Bello en su materialización, sobrio, intenso, admirable en la reconstrucción histórica, A los que aman es un hermoso canto a la pasión que no se engaña sobre su alcance.Es éste un festival de cine fantástico. Pues bien, siguiendo la estela de años anteriores, también en éste lo que vemos como películas de género dista mucho de tener interés.