Más de un millar de alumnos de COU se enfrentó al problema de la polea
El examen en el que aparecía el problema de la polea que ha desatado la controversia era una prueba obligatoria para los alumnos de ciencias puras provenientes del Curso de Orientación Universitaria (COU). Los matriculados en la convocatoria de septiembre rondaban los 10.000, de los que casi el 90% provenían del plan antiguo (COU) y el resto, de 2º de Bachillerato (LOGSE). Quienes se decantan por las ciencias puras rondan el 30% del total, lo que significa que unos 2.700 jóvenes tuvieron delante de sus ojos el dibujo de la polea y las masas de dos y un kilogramo. Puesto que el examen constaba de dos repertorios, quienes respondieron al problema de las suspicacias rondaron, como mínimo, el millar.En la comisión interuniversitaria para temas de selectividad celebrada ayer por la tarde se resaltó que los alumnos de ciencias provenientes de COU se decantaron en mayor número por el "repertorio B", en el que no figuraba el problema de la polea.
El catedrático y coordinador general de la prueba, José María de Juana, admitió ayer: "Es posible que una mayoría de estudiantes encontrara más difícil el ejercicio de la polea que la otra alternativa que se planteaba. En cualquier caso, han sido bastantes los alumnos que resolvieron el dato de la tensión del hilo, y ninguno, en cambio, que pusiera peros al enunciado". Desde el vicerrectorado de alumnos de la Universidad Complutense también se insistió ayer en que no había "constancia", hasta el momento, de reclamación alguna por este motivo.
El plazo con que cuentan los examinandos para presentar objeciones a las calificaciones de la selectividad de septiembre se abrió el pasado 1 de octubre y concluye mañana jueves.
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