Estrenos en Alicante

Vuelve el festival alicantino en su décima edición, pilotada por Consuelo Díez como un encuentro anual de información sobre el estado de una cuestión: el pensar y expresar de los compositores en su juego de generaciones, tendencias y estilos.En dos jornadas, una de cámara y otra sinfónica, confrontamos el martes pentagramas que van desde Fernando Remacha (Tudela 1898), caracterizado representante de la Generación del 27, al bilbaíno Joseba Torre, brillante miembro de la de 1961.

Ha sido el Trío de Torre la piedra angular del éxito en el concierto del Trío Mompou por la frescura, imaginación, soltura y desprejuicio del lenguaje, todo ello integrado en una sustancia en la que se funden el color, el tiempo y los contrastes a través de un discurso preciso e imaginativo. Como en el caso del Trío de Torre, era estreno el de Carmelo Bernaola, encargo del CDMC para celebrar los 70 años del compositor.

La obra, titulada Líneas, margina casi por completo lo armónico y lo contrapuntístico y se ciñe a los conceptos más austeros, flexibles y casi antiexpresivistas de su autor.

Isabel Urueña, en su Trío para un esqueje, practica el esquematismo que no impide la comunicación afectiva. Problemas de tráfico no nos permitieron escuchar el homenaje a Leo Brouwer de la madrileña María Escribano, recibido con muchos aplausos. Las versiones del Trío Mompou pueden calificarse con justicia de ejemplares, auténticAs y clarificadoras.

Esencias

En el Teatro Principal la Orquesta de RTVE, dirigida por José de Eusebio, nos propuso dos estrenos absolutos: Passacaglia y cante, de Jesús Villa Rojo, sutil y entrañado homenaje a García Lorca y a Luigi Nono a partir de la esencia del cante jondo cuya voz escuchamos realmente pero envuelta en las sugerencias instrumentales que provoca.Música de gran lirismo contrastó con el otro estreno: la Quinta sinfonía de Ramón Barce, hija natural de las rigurosas posturas estéticas del maestro madrileño: máxima objetividad, renuncia al expresivismo de cuño romanticista, calculado contrapeso de las ideas y las formas. Barce escuchó cómo sus otros colegas, grandes aplausos. Una obra ya conocida, Helios, del canario Falcón Sanabria, luminosa y colorista al estilo del pintor Néstor, puso fin a un programa inicido con Alba, de Fernando Remacha, muy diferente del nacionalismo que se practicaba en los años veinte cuando fue escrita. Trabajó muy bien la Orquesta de RTVE a las órdenes seguras y orientadoras de José de Eusebio.