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El carné esquivo, la filología 'rara' y las croquetas de mamá

Anécdotas y sufrimientos en el primer día de la selectividad de septiembre, que congregó a 9.800 alumnos madrileños

"¿Que cómo me ha ido en el examen? ¡Uf, fatal!", exclama Ismael Calvo tras su primera prueba de selectividad. Quiere ser maestro de Educación Física y le molesta tener que estudiar en una universidad privada. Raquel Salinas Gálvez tiene 17 años y planea estudiar Comunicación Audiovisual. Clara Borges, un año mayor, sueña con hacer Bellas Artes, pero, como no hay plazas este año, intentará ingresar en Filología Eslava. Cayetano Ruiz Corraliza es un apasionado de la informática y está dispuesto a presentarse al examen las veces que sea necesario. Ricardo Salguero aspira a ser un buen abogado. Se le nota animado: este septiembre, insólitamente, quedan 200 plazas de Derecho en la Universidad Autónoma y en la de Alcalá de Henares.Ismael, Raquel, Clara, Cayetano y Ricardo son sólo cinco de los 9.887 estudiantes madrileños inscritos en los exámenes de selectividad necesarios para ingresar en la universidad, que comenzaron ayer y terminarán mañana.

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Raquel Salinas se enfrentó a las pruebas de admisión en el aula 301 de la Facultad de Ciencias de la Infomación de la Universidad Complutense, donde también se examinaron otros 862 alumnos. En su mochila guardaba croquetas que le había preparado su madre para el almuerzo. Minutos después de las diez, mientras repasaba sus apuntes de literatura, explicó su caso con sinceridad: "No confío mucho en mí. Me temo que el próximo año me tocará presentarme de nuevo. En junio suspendí con un 3,9, cuando un 4 me habría bastado". En el receso de media hora que separó los dos ejercicios de la mañana, Clara Borges, pintora en ciernes, confesó que no podrá presentarse al examen de ingreso en Bellas Artes hasta la convocatoria de junio del próximo año. "Mientras tanto, para no perder el tiempo, empezaré Filología Eslava, que me interesa mucho, porque es rara y no conozco nada de allí", explicó sentada en el suelo junto a una amiga que le acompañó para pasar el mal trago.

Cayetano Ruiz tuvo un día complicado. Además de los nervios por los primeros exámenes, olvidó su carné de identidad. "Me di cuenta al rato de estar aquí. Por suerte, el director de mi colegio me consiguió una fotocopia, y eso bastó para que me dejaran examinarme. Si hubiera perdido el año por esa tontería, no sé qué habría hecho", relató exaltado.

Tatiana Suárez, de 21 años, fue de las pocas que encontraron "fáciles" los exámenes del día. Preferiría estudiar Administración de Empresas, pero si no le alcanza la nota se conformará con Derecho o lo que se tercie. "Estaba nerviosa. Es muy estresante saber que te lo juegas todo en sólo tres días. Un examen puede decidir si podrás hacer o no lo que te gusta el resto de tu vida", exclamó.

Esther, del Instituto Francisco de Quevedo, e Itzar, de Orcasitas, no acudieron solas al examen. Llegaron a la Facultad de Ciencias de la Información acompañadas por sus madres, quienes, nerviosas y expectantes, esperaron todo el día a que ambas terminaran los cuatro exámenes de la jornada.

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"Algún día tendrán que quitar la selectividad. Mi hija quiere matricularse en Psicología; si no lo consigue, lo hará en Magisterio", comentó la madre de Itzar. La de Esther, algo más tranquila, señaló orgullosa que su hija tiene clara su devoción por el Derecho desde pequeña. "Ella no va a estudiar otra carrera, la dejaría", advirtió. Y se lamentó: "Tiene su vocación definidida desde hace 15 años, pero, cuando no aprueban, los chicos se desaniman mucho".

Fernando Yubero, que imparte clases de Lengua en el Profesorado Ángel Yser, no quiso dejar solos a sus alumnos. "Hoy hago las veces de padre. Se presentan 14 estudiantes míos, pero vienen con menos optimismo que en junio. Algunos se han pasado todo el verano estudiando; otros, también hay que decirlo, lo dejaron todo para el último momento", apuntó en la misma puerta del aula 410, mientras sus alumnos tomaban sitio para el examen de literatura.

El día 2 de octubre, a partir de las diez de la mañana, los aspirantes a universitarios conocerán de sus calificaciones de selectividad. Las notas de los exámenes estarán disponibles en Internet, desglosadas por materias.

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