Clinton recibe "asistencia religiosa" para resistir sus tentaciones sexuales
Bill Clinton cuenta con un equipo de "asistencia religiosa" ante la nueva fase del caso Lewinsky, según confirmó ayer la Casa Blanca. Clinton, que a comienzos del escándalo usó los servicios espirituales del reverendo Jesse Jackson, ha pedido a otros tres predicadores protestantes que constituyan ese equipo y le ayuden a "resistir las tentaciones que le devoran". Aunque la Casa Blanca no menciona explícitamente que esos impulsos están relacionados con el caso Lewinsky, es obvio que esas "tentaciones" son los fuertes deseos sexuales que le llevaron a sostener relaciones en pleno Despacho Oval con Monica Lewinsky.
La Casa Blanca, a través de su todavía portavoz Mike McCurry, precisó a finales de la semana pasada que, en contra de los rumores que entonces circulaban por Washington, Clinton no está sometido a tratamiento médico o psicológico para intentar controlar su libido. Pero fuentes de la oficina presidencial confirmaron ayer que el pasado día 7, cuando Estados Unidos celebraba su Día del Trabajo y el fiscal especial Kenneth Starr se aprestaba a enviar al Congreso su ya célebre informe sobre el caso Lewinsky, Clinton telefoneó personalmente a tres pastores protestantes y les pidió ayuda religiosa.Uno de ellos es el reverendo Gordon MacDonald, pastor de la Capilla de la Gracia de Lexington (Massachussets). MacDonald es una autoridad en materia de adulterio porque él mismo confesó en público años atrás haber sostenido una relación extraconyugal.
Otro es Tony Campolo, un baptista de Pensilvania considerado muy liberal. Campolo defiende abiertamente que el cristianismo debe aceptar la homosexualidad. La identidad del tercer guru del presidente no es todavía conocida.
Clinton no es un líder laico a la europea, de esos que jamás explotan políticamente la imagen de su entrada en una iglesia en compañía de toda su familia. Muy al contrario, el 42º presidente de Estados Unidos no es sólo un baptista practicante que hace alarde de ello, sino que uno de los grandes temas políticos de su presidencia es "la resurrección en Estados Unidos de los valores familiares y religiosos".
Líderes religiosos
En los grandes momentos de su presidencia, los buenos y los malos, Clinton ha recurrido a los servicios de líderes religiosos. Cuando conquistó por segunda vez la presidencia, tuvo como guru al reverendo Robert Schuler, pastor de la Iglesia de Cristal de California. Él le sugirió el leitmotiv bíblico con el que Clinton comenzó su segundo mandato: "Tú serás el reparador de la brecha". En enero, en la primera fase caliente del caso Lewinsky, Clinton convocó a la Casa Blanca al reverendo y líder demócrata afroamericano Jesse Jackson, que se convirtió en su asesor religioso.Clinton, según un comunicado difundido ayer por el reverendo Campolo, es "un hermano que ha caído" y que merece que le sea aceptada "su petición de perdón". "Queremos comprender qué es lo que hay de erróneo en su persona, qué es lo que le ha impulsado a cometer los trágicos pecados que han marcado de modo tan fuerte su vida y su trabajo como presidente", sigue diciendo el comunicado del reverendo.
Campolo, que conoció a Clinton en un desayuno sobre el trabajo social voluntario celebrado en la Casa Blanca en 1993, confirmó que el presidente le ha hablado sobre sus impulsos sexuales, pero no quiso dar más precisiones sobre el tema. "Ése no es asunto de nadie", señaló.
Hace 12 años, MacDonald confesó en público a sus parroquianos que había engañado a su esposa con otra mujer y dimitió de su ministerio sacerdotal. Tras escribir y publicar un libro sobre su experiencia -titulado Reconstruyendo tu mundo roto- regresó a sus tareas pastorales. "Yo entiendo lo que significa enfrentarse al escrutinio público cuando se ha pecado", dijo MacDonald el domingo en su sermón en la Capilla de la Gracia.
Cuando le telefoneó el Día del Trabajo para pedirle ayuda, el presidente Clinton le dijo a MacDonald que ya había leído dos veces Reconstruyendo tu mundo roto. Tres días después, el jueves de la semana pasada, el pastor pasó varias horas conversando con el presidente en la misma Casa Blanca, y esa noche durmió en el dormitorio Lincoln.
Desayuno de oración
La mañana siguiente, la del viernes de la semana pasada, el día en que el informe Starr fue difundido universalmente a través de Internet, Clinton celebró "un desayuno de oración" en la Casa Blanca con varios líderes religiosos. Con ocasión de esa cita, el presidente se declaró en público "un pecador" y ofreció su primera excusa a Monica Lewinsky y a la familia.Aunque no le niegan el perdón espiritual, varios importantes líderes religiosos de Estados Unidos han declarado que Bill Clinton merece una penitencia pública y le han pedido la dimisión. Entre ellos, Paige Peterson, líder de la Iglesia Baptista del Sur, a la que pertenece el presidente.
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