Camerinos en la sacristía

La antigua y, hasta hace poco, casi derruida iglesia de San Agustín, en Durango, se convierte hoy en el nuevo Espacio Cultural de la localidad, que acogerá conciertos, representaciones teatrales, exposiciones, conferencias y proyecciones. La primera actuación en esa iglesia de nuevo uso será mañana sábado, con un concierto de la Bilbao Orkestra Sinfonikoa dirigida por Juanjo Mena, a las ocho de la tarde. Desde su construcción en el siglo XVII, la iglesia de San Agustín ha tenido diferentes utilidades: iglesia, guarnición carlista y, durante los últimos años, trastero municipal. Era lógico que se buscara para ella un mejor destino, más acorde con su historia y con sus virtudes arquitectónicas. Este tipo de reconversión de edificios históricos y religiosos en locales culturales no es nueva. El caso más cercano es el de Bilborock, antigua iglesia de la Merced en Bilbao que se inauguró el 7 de abril del pasado año. Al igual que Bilborock, el Espacio Cultural de San Agustín va a ser multifuncional. Esta decisión se debe a la imposibilidad económica de disponer de un local especializado para cada manifestación cultural en el municipio. Y es esta variedad de usos la que ha condicionado la rehabilitación del edificio. El Espacio Cultural de San Agustín cuenta con 320 localidades, en butacas abatibles, repartidas en tres niveles: sobre el suelo, sobre un módulo retráctil a modo de anfiteatro y sobre el lugar que antes ocupaba el coro. La infraestructura formada por butacas, escenario y cortinajes no será permanente sino un amueblamiento provisional que se modificará o retirará según las necesidades de cada momento. A pesar del intento por mantener la estructura de la iglesia se han tenido que introducir algunas modificaciones. Así, se han creado dos puertas laterales para facilitar la entrada a la sala. Se ha realizado, también, una escalera de acceso al coro y un muro que separa la iglesia del convento de San Agustín. Durante la construcción de esta escalera se descubrieron varias puertas y otros elementos de piedra, sillería, ocultos por las modificaciones que ha sufrido la iglesia desde su construcción, y que ahora se han dejado al descubierto. Para evitar la reverberación, las capillas laterales y las bóvedas han sido recubiertas con paneles acústicos y celulosa, respectivamente. La reconversión se completa con la construcción de camerinos y almacenes en la antigua sacristía, aseos para el público y salidas de emergencia. La rehabilitación de la iglesia, realizada por el arquitecto municipal Federico Arruti, ha costado al ayuntamiento de Durango unos 154 millones de pesetas, de los que 74 corresponden a la obra y 80, al equipamiento. Pilar Ardanza, alcaldesa de Durango, espera que esta iniciativa "sea del agrado de todos los habitantes de Durango" (unas 40.000 personas). Por el momento, ya se ha elaborado una programación hasta Navidades, que incluye teatro, danza, música clásica, performances y guitarras..