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Entrevista:

"La misión Rosetta llegará, como un surfista, a un cometa y descenderá al núcleo"

La emoción de explorar mundos desconocidos no ha disminuido ni un ápice al filo del siglo XXI, aunque ahora las expediciones salen del planeta y navegan por el Sistema Solar. Los científicos preparan ya el próximo viaje a lo desconocido, a un cometa, y los ingenieros ultiman los detalles de la ruta. Miguel Belló-Mora, ingeniero aeroespacial de 37 años, tiene sobre su mesa la estrategia de vuelo de la nave espacial automática Rosetta, que partirá de la Tierra en 2003 para llegar al cometa Wirtanen en 2011, a 800 millones de kilómetros de distancia, y enviará un módulo de descenso a su núcleo para analizarlo. "Nunca se ha hecho una misión así, es apasionante", dice Belló-Mora, director de la unidad de operaciones de la empresa española GMV. Rosetta es un programa de la Agencia Europea del Espacio (ESA).Pregunta:¿Por qué ir a un cometa?

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Respuesta: El objetivo es analizar in situ el núcleo de un cometa, que tiene un valor científico incalculable porque esa materia se cree que es la más inalterada del Sistema Solar y puede dar mucha luz sobre los orígenes.

P. ¿Qué retos plantea el viaje?

R. Wirtanen está lleno de incógnitas, desconocemos su tamaño y su densidad y, por tanto, su campo gravitatorio. Tampoco conocemos su forma y rotación. A la distancia prevista del encuentro tenemos la posición de Wirtanen con un error de 200 kilómetros y la nave es un cubo de cinco metros. Hemos hecho una estrategia de navegación capaz de adaptarse a cualquier circunstancia, tanto si el cometa mide 500 metros como si mide 10 kilómetros. En la aproximación usaremos las cámaras de la nave para tomar datos y definir los parámetros de navegación. Además hay que ver su superficie y elegir el lugar de descenso del módulo. P: ¿Por qué ir a su encuentro a 800 millones de kilómetros, más de cinco veces veces la distancia que hay entre la Tierra y el Sol, en lugar de esperar que se acerque a la estrella? R: Es un cometa muy activo. La nave lleva grandes paneles solares (60 metros cuadrados), que dificultan mucho la navegación cerca del cometa por los gases que emite, y las emisiones aumentan al aproximarese al Sol. Rosetta llegará a Wirtanen navegando como un surfista. Tras enviar la sonda de descenso, que funcionará unos días, la nave acompañará al cometa, en órbita, más de un año camino del Sol.

P. Y es la primera visita a un cometa.

R. Si. Ha habido misiones cometarias, las naves que fueron al encuentro de Halley en 1986, incluída la que tuvo más éxito, la Giotto de la ESA, que se cruzaron con el cometa y tomaron datos pero no se posaron en él

P. Rosetta seguirá una trayectoria muy complicada.

R. El principal problema es que tenemos que llegar a Wirtanen con una velocidad relativa pequeña, lo que nos obliga a tomar una órbita parecida a la del cometa. Como el lanzador Ariane-5 no permite ir directamente desde la Tierra, Rosetta se dirige primero a Marte y hace allí una asistencia gravitatoria en la que roba un poquito de energía a ese planeta. Tras el impulso vuelve hacia la Tierra y hace una maniobra similar. En la ruta, ocho años de viaje, pasará cerca de dos asteroides y tomará datos.

P. ¿Qué es el análisis de vuelo?

R. GMV surgió en la universidad de Madrid y realiza, bajo contratos con la ESA, análisis de misiones, que consiste en estudiar la viabilidad de los proyectos que se proponen y diseñar las trayectorias y estrategias de navegación de los que se aprueban.

P. ¿Como se plantea un viaje como el de Rosetta?

R. Los científicos te dicen, por ejemplo, que es interesante enviar una nave a un cometa, sin especifical cuál. Lo primero que hacemos es buscar un catálogo de cometas y, con ayuda de ordenadores, vamos probando trayectorias y estrategias.

P. ¿Igual que planear un viaje buscando las mejores combinaciones de barco, avión, tren...?

R. Sí. Estudias las posibilidades, encuentras caminos interesantes y vas encajando el itinerario. Luego haces propuestas y los científicos eligen el destino.

P. Además hay limitaciones de equipaje, de vehículo...

R. Esto es importante sobre todo en una misión como Rosetta, en la que los instrumentos científicos, las cámaras, se utilizan también en la navegación. Y está el problema del lanzador. Para la misión al cometa contábamos con un cohete muy potente de EE UU y cuando la NASA se retiró del proyecto por problemas presupuestarios, pasamos al Ariane-5. Como desde la base europea de Kourou no esta permitido lanzar cargas con pilas nucleares, hubo que recurrir a los paneles solares.

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