Europa diseña su sistema GPS
Si trazar la ruta de un viaje interplanetario es difícil, no lo es menos optimizar una constelación de satélites en órbita terrestre de un sistema de posicionamiento global. La empresa GMV está diseñando la configuración del futuro sistema europeo por encargo de la ESA. Ahora existen dos sistemas: el GPS estadounidense y el GLONASS ruso. Millones de usuarios utilizan libremente el GPS, pero éste introduce un error en la señal emitida que se traduce en un error de posicionamiento de hasta cien metros si no se tienen las claves secretas del Pentágono.Para corregir este error, explica Miguel Belló-Mora, de GMV, se utiliza el sistema diferencial, que consiste en situar un receptor de GPS en un punto localizado con precisión, calcular el error introducido y emitirlo para que los usuarios corrijan sus mediciones. "Los nuevos sistemas para aeropuertos están basados en la técnica diferencial, con una precisión de un metro", afirma. Antonio Rodotá, director general de la ESA, ha expresado en Santander su satisfacción por el hecho de que los países miembros de la agencia hayan apoyado el proyecto europeo de posicionamiento global, que se llamará GNSS. La primera fase se nutrirá de los datos de GPS y GLONASS e incluye la puesta en marcha de una red basada en tres satélites en órbita geoestacionaria (dos Inmarsat, ya en órbita, y el Artemis que se lanzará en 1999) para cubrir Europa, África, parte de Asia y Suramérica. Funcionará en 2002 y permitirá introducir mejoras en el tráfico aéreo y en todos los sectores en que conviene saber la posición exacta de un vehículo.
El GPS de EEUU utiliza 21 satélites en órbita y tiene tres de reserva. "Para el sistema independiente europeo estamos estudiando un mínimo de ocho o 16 satélites y aumentar poco a poco la constelación", explica Belló-Mora.
