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Una llave para la puerta europea

Pilar Bonet

Contemplados desde Ankara, los votantes alemanes de origen turco son un instrumento más para intentar abrir las puertas de Europa a Turquía. Tanto el jefe del Gobierno turco, Mesut Yilmaz -que se siente personalmente traicionado por el canciller Helmut Kohl y le culpa del portazo que la Unión Europea (UE)dio a su país- como otros políticos de Ankara, se han permitido dar consejos ante las elecciones legislativas del 27 de septiembre. A juzgar por el tono de los mismos, el democristiano Kohl tiene pocos amigos en Turquía.De forma indirecta, con ayuda de un columnista del diario Milliyet, Yilmaz recomendó a los ciudadanos alemanes de origen turco que no votaran por la Unión Demócrata Cristiana (CDU). Según el primer ministro, los turcos con derecho a voto en Alemania deben recordar la decisión de la cumbre europea de Luxemburgo, que en diciembre de 1997 dejó a Turquía fuera de la lista de candidatos al ingreso en la Unión Europea.

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Desde entonces, las relaciones entre Ankara y Bonn se han deteriorado visiblemente. Yilmaz, que en septiembre de 1997 se entrevistó con Kohl y quedó convencido de que el canciller iba a apoyar el ingreso de Turquía en la UE, se ha cerrado en banda a los contactos con los políticos germanos. En su opinión, el apoyo alemán a la ampliación europea al este de Europa es una continuación de la política de lebensraum (espacio vital) de los nazis.

Por su parte, Deniz Baykal, el presidente del Partido Popular Republicano (socialdemócrata) de Turquía, se ha pronunciado directamente en favor de Gerhard Schröder, ya que el SPD parece estar a favor de la concesión de la doble nacionalidad -rechazada por los democristianos- y de apoyar la entrada de Turquía en la UE. La clase política alemana ha reaccionado con irritación a la combativa actitud de Yilmaz, tanto más cuanto este político estudió en Alemania, habla perfectamente alemán y conoce bien el país. Según el presidente de la Unión Social-Cristiana de Baviera, Theo Waigel, las recomendaciones del primer ministro turco muestran que "la política de no conceder ningún derecho electoral a los extranjeros en Alemania es correcta". El diputado verde, Cem Özdemir, ha reaccionado también como un ciudadano alemán: "No necesitamos los consejos de Yilmaz para entender que no se debe elegir a Kohl".

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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