Nuevos datos dan argumentos para ensayar los trasplantes de órganos de animales
Primeros resultados sobre el riesgo de que los virus salten de cerdos a humanos
El debate sobre la utilización de órganos y tejidos procedentes de animales para trasplantes en humanos va a experimentar un nuevo impulso con la publicación hoy de tres nuevos trabajos sobre la posibilidad de contagio, a través de los órganos, de microorganismos que puedan resultar patógenos e incluso mortales para el trasplantado. Los expertos se inclinan por dar vía libre a suficientes ensayos clínicos como para poder obtener datos suficientes sobre las ventajas y los inconvenientes de los xenotrasplantes, considerados por muchos la solución a la escasez de órganos.
No hay respuestas claras y fáciles para los trasplantes de órganos procedentes de animales a las personas, señala el especialista británico Jonathan Stoye en la revista The Lancet, que hoy publica el resultado de tres trabajos sobre las posibilidades de contagio de retrovirus porcinos al hombre a través de los órganos trasplantados. Estos retrovirus (microorganismos similares al virus del sida) son los que han provocado mayor preocupación entre los especialistas, tras comprobarse que son capaces de infectar células humanas. Ahora, científicos alemanes informan que estos virus se encuentran presentes en el cerdo en la aorta, el hígado, el pulmón y la piel, todos ellos tejidos susceptibles de ser utilizados en trasplantes. Sin embargo, otro trabajo, realizado en Estados Unidos y Suecia, ha buscado el virus en muestras de sangre de 10 enfermos suecos de diabetes que habían recibido trasplantes de células pancreáticas (productoras de insulina) de cerdos. A pesar de que los trasplantes habían permanecido durante varios años y que los pacientes habían recibido drogas que disminuían sus defensas, no se encontraron signos de infección. Finalmente, científicos británicos y suecos han buscado la infección por estos retrovirus en dos pacientes renales que habían utilizado temporalmente riñones de cerdo para tratamiento de diálisis, sin encontrarla. Los científicos han establecido los pasos necesarios para que en un trasplante de un órgano o tejido procedente de un animal sea peor el remedio que la enfermedad. Los animales, en este caso los cerdos, tienen virus endógenos transmisibles a sus descendientes, que son capaces de infectar al hombre. Estos virus se expresan en tejidos y órganos destinados a xenotrasplantes. Infectan al receptor del trasplante, y se produce una replicación del virus y su extensión por todo el organismo. Esta multiplicación da lugar a una enfermedad que además es transmisible. De esta secuencia de acontecimientos se han comprobado los primeros pasos, hasta llegar a la expresión del virus en las células de tejidos a trasplantar, pero no los siguientes. Esto puede significar que aunque no se puedan conseguir razas de cerdos libres de estos retrovirus potencialmente patógenos para el hombre, el virus resulte poco infeccioso o no cause enfermedad, recuerda Stoyle. Los estudios ahora publicados son los primeros terminados de toda una serie que se está llevando a cabo en diversos países desarrollados para intentar aclarar la cuestión y establecer riesgos y ventajas, ya que los expertos recuerdan que también se producen complicaciones infecciosas en los trasplantes actuales de humanos a humanos sin que por eso dejen de hacerse.
Debate
El debate sobre los xenotrasplantes, que lleva ya cuatro años en plena efervescencia, tiene lugar en paralelo con los trabajos para obtener razas de cerdos especialmente indicadas para constituir bancos de órganos como el riñón, el corazón o el hígado. A juzgar por el interés que suscita la cuestión entre científicos y empresas el futuro del xenotrasplante es prometedor. Para conseguir los cerdos adecuados, no se ha dudado en recurrir a utilizar las últimas técnicas de ingeniería genética y de clonación, a fin de para evitar el rechazo y obtener órganos puros y uniformes. El objetivo todavía no se ha conseguido, pero los avances resultan rápidos. En España, un equipo dirigido por Rafael Máñez en el hospital Juan Canalejo de A Coruña experimenta trasplantes de órganos de cerdos a primates, paso previo indispensable para hacerlos en humanos.
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