El sellado de la balsa de Aznalcóllar se iniciará en septiembre tras la conclusión del peritaje

El boquete de 50 metros por el que dos millones de metros cúbicos de lodos tóxicos y aguas ácidas escaparon de la balsa minera de Aznalcóllar para anegar el cauce del Guadiamar comenzará a ser sellado a partir del próximo 31 de agosto. Celia Belhadj-Ben, la juez que sigue las investigaciones por el vertido contaminante del pasado 25 de abril, se comprometió ayer a permitir las obras en el dique una vez que la firma Rodio haya tomado muestras en la zona de la rotura. La empresa recibirá en los próximos días las garantías de pago que había exigido de la Junta de Andalucía.

El dique de la balsa minera de Aznalcóllar muestra aún, cuatro meses después del desastre, el agujero por el que irrumpió la riada tóxica. La juez Celia Belhadj-Ben suspendió los trabajos iniciados por Boliden -empresa propietaria de la explotación minera- para sellar la balsa, hasta que no se tomaran las muestras necesarias para los informes de los peritos. Rodio, la empresa encargada, se ha negado a realizar esta tarea hasta no recibir las garantías de pago suficientes. El representante de la Junta, José Antonio Viera, despejó ayer las dudas de la empresa e indicó a la magistrada que el Gobierno andaluz asegurará el cobro.El retraso en la realización de los sondeos se debe, segun indicó Viera, a que la empresa no estaba dispuesta a esperar a la conclusión del proceso judicial para cobrar sus trabajos. "Una vez tenga el peritaje encima de la mesa, la juez se ha comprometido a hacer todas las gestiones para iniciar las obras el 31 de agosto", indicó el representante del Gobierno, Félix Pérez Miyares a la salida de la entrevista. De no ser así, el permiso tendrá que esperar a la segunda quincena de septiembre, cuando la magistrada se reincorpore al juzgado.

Los representantes de las administraciones recordaron que para garantizar la seguridad de la balsa -que aún alberga millones de metros cúbicos de residuos mineros en estado sólido-, Boliden está concluyendo dos muros en el perímetro del depósito minero: el primero para recoger filtraciones y el segundo para parar cualquier otro "impacto brutal". Aún así, recalcaron la importancia de sellar la balsa antes de las lluvias de otoño. "Ya estamos escaldados y queremos garantizar que no haya posibilidad alguna de que el vertido vuelva a ocurrir", explicó Pérez Miyares que calculó que todas las obras estarán concluidas en "60 o 70 días" y costarán "unos 2.500 millones de pesetas".

"Ya hay un montón del trabajo hecho", dijo el coordinador del Gobierno para resumir los cuatro meses de trabajos. Pérez Miyares se mostró satisfecho con la retirada de lodos tóxicos -casi tres millones de metros cúbicos-, y el desembalse de las aguas ácidas en el Guadalquivir -casi concluido-. La Junta iniciará en septiembre la reforestación del cauce para paliar la erosión del terreno.