Los familiares de los marinos apresados en Gambia critican a Asuntos Exteriores

"Nosotras somos amas de casa, sabemos fregar y cuidar niños, pero no sabemos cómo traer a nuestros maridos a España. El Ministerio de Asuntos Exteriores es quien debe traerlos y no hace nada", dijo ayer Nani Flores, esposa de Antonio Lozano, el patrón del buque onubense Briz III, que junto al jefe de máquinas del barco, Domingo López, permanecen retenidos en un hotel de Banjul, capital de Gambia, desde el pasado 2 de junio,acusados por las autoridades de ese país africano de faenar ilegalmente.

Las familias han llegado ya a una situación crítica, de desesperación total, según la mujer. Los otros 19 tripulantes del Briz III, 16 senegaleses y tres onubenses, fueron liberados el pasado día 13 de agosto. Nani Flores y Cinta Requena, esposa de Domingo López, expusieron ayer, en el Ayuntamiento de Isla Cristina (Huelva), su preocupación tras recibir ayer una notificación del Ministerio de Asuntos Exteriores español, firmada por Arturo Pérez, subdirector General de Asuntos Consulares, en la que se dice que la empresa armadora, Tarso Consulting, SA, debe pagar la multa que impongan las autoridades de Gambia, y que la justicia de ese país dispondrá sobre el destino de los dos marineros retenidos, que deberán ser defendidos por abogados locales. "¿Para qué hay un Ministerio de Asuntos Exteriores que nos representa? Están dando la razón al Gobierno de Gambia, una dictadura militar, que mantiene secuestrados a nuestros maridos", se lamentó Nani Flores. Junto a ella, Cinta Requena, lloraba sin poder hablar. Nani tiene un hijo de tres años. Cinta, dos; de nueve y tres años. La empresa armadora continúa abonándoles el salario mensual de los marinos, pero les ha comunicado recientemente que no podrá abonar la multa, porque, aseguran, "no tienen solvencia económica". Todo resulta cada vez más angustioso", prosiguió Nani. Las mujeres hablan a través del teléfono casi todos los días con sus maridos. "Antonio está peor de ánimo conforme pasa el tiempo. Un día se ríe, otro se pone a llorar", indicó la mujer. Begoña Flores, cuñada de Antonio Lozano, aseguró: "Éste es un problema de Estado y de supervivencia de dos personas, de dos españoles, que queremos que vuelvan ya".