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ITP destina 5.000 millones de pesetas a ampliar sus instalaciones en Madrid

La empresa vasca ITP (Industria de Turbopropulsores) ha establecido entre sus planes inmediatos la ampliación de la planta de Ajalvir (Madrid) para lo que ha destinado una inversión de 5.000 millones de pesetas. El objetivo de la ampliación es no perder la oportunidad de satisfacer una demanda creciente: la reparación de motores. Esta apuesta se encuadra dentro del plan estratégico de la compañía, que cuenta entre sus socios con Sener, Rolls Royce, Gamesa y Bazan, que prevé aumentar la facturación hasta los 50.000 millones de pesetas en el año 2003. En 1998, la facturación superará los 25.000 millones.

La estrategia de la firma para conseguir los objetivos fijados para los próximos seis ejercicios pasa por el impulso a las ventas en el sector de la aviación civil, el despegue de las exportaciones a Suramérica y la adquisición de nuevos negocios de mantenimiento de aeronaves. La planta de Ajalvir, de acuerdo con la memoria de la empresa, recibirá los 5.000 millones a lo largo de los próximos cinco años y el dinero estará destinado a dos objetivos: la reparación de motores y el montaje de módulos de motores nuevos. Con esta idea en mente y el aumento de la demanda, el equipo directivo de ITP, encabezado por su consejero delegado, Joaquín Coello, ha decidido remozar las parcialmente "obsoletas" instalaciones de Ajalvir. Las inversiones en la planata madrileña servirán para aumentar su capacidad en un 20% este mismo año y en un 50% en el próximo lustro. Además, se pondrá en marcha, de acuerdo con el plan estratégico de la compañía, la modificación de las normas laborales específicas para aumentar la flexibilidad y la movilidad del personal. Capacidad de producción En la actualidad, la capacidad de producción de Ajalvir es de unos 300 motores anuales. En 1997, ITP revisó 216 motores en la planta de Madrid y abordó ya nuevas actividades pensando en aumentar la capacidad de las instalaciones. De entre todas estas reformas se puede destacar la renovación del banco de pruebas para los motores Makila del Allison 250. Esta planta ha revisado,desde que fue creada hace 25 años por Construcciones Aeronáuticas (Casa), más de 5.200 motores y ha reparado varios miles de componentes y accesorios. La planta fue adquirida a Casa por ITP en 1990. La fabricante de motores aviación, que tiene centradas gran parte de sus expectativas en su grupo suramericano, facturó el pasado año 21.352 millones de pesetas, de los que un 30% proviene de los contratos de defensa. La firma, que fabricará además los motores M 138 del nuevo avión de transporte militar FLA (Future Large Aircraft) en un consorcio europeo, persigue la diversificación del negocio, para repartir los riesgos. La idea de la compañía es no vivir solamente del sector militar, que está en decadencia frente al campo civil.

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