Reducir la emisión de gases le costará a EE UU entre 1 y 1,8 billones anuales

Los economistas de la Casa Blanca han declarado que EEUU puede cumplir sus compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y asumir el protocolo de Kioto sobre cambio climático con un coste modesto para la economía y el estadounidense medio: de 7.000 millones de dólares a 12.000 anuales entre los años 2008 y 2012, lo que equivale al 0,1% del producto interior bruto estimado para esas fechas. En pesetas, el coste oscilará entre un billón y 1,8 billones al año.El incremento del precio de la energía para pagar los cupos de emisión aumentará la factura media por hogar en EEUU entre 70 dólares (unas 10.000 pesetas) y 110 dólares (16.500 pesetas) al año.

En el marco del acuerdo internacional, EE UU defiende el mecanismo de compra-venta de emisiones -aún por detallar en el acuerdo internacional- por el que un país puede adquirir, a otro, cupos de incremento de emisiones autorizados en la distribución internacional de reducción de contaminantes atmosféricos de efecto invernadero.

Rusia se contempla como principal vendedor en este novedoso mercado, mientras que EEUU se perfila como el principal comprador. De hecho, hoy en día, Estados Unidos emite más del 25% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. El mecanismo de compra-venta de emisiones será probablemente el asunto estelar de la próxima cumbre climática.

Comprar derechos

Janet Yellen, asesora económica de la Casa Blanca, ha dicho que el 75% de las reducciones de emisiones estadounidenses se cumplirán mediante este mecanismo.Los defensores del medio ambiente estadounidenses han criticado que la Administración planee cumplir sus compromisos con la compra de derechos de emisión sin reducir su producción propia de gases.

Yellen ha comentado que tomar medidas para reducir los gases de efecto invernadero es "un seguro contra una seria amenaza". Además, reducir las emisiones de gases peligrosos ayudará a evitar costes sanitarios y medioambientales inducidos por la tendencia al calentamiento global.

En la conferencia celebrada en Kioto (Japón) a finales del año pasado, los representantes de Estados Unidos acordaron reducir en 2008-2012 sus emisiones de gases de efecto invernadero en un 7% respecto a los niveles de 1990. El protocolo aún no ha sido ratificado por el Senado de aquel país.

Los análisis de la Casa Blanca no contabilizan el ahorro de emisiones derivado de mejoras tecnológicas y medidas administrativas para optimizar la producción y el consumo de energía.

Los gases de efecto invernadero, generados en el consumo de combustibles fósiles, sobre todo en transporte, fábricas y plantas productoras de electricidad, están calentando la atmósfera y provocando el aumento de las temperaturas medias del planeta.