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Absueltos tres ganaderos de una intoxicación con clenbuterol

El fallo alega que no se puede determinar el origen de las reses

La duda sobre el origen de las reses tratadas para su engorde con clenbuterol ha provocadola absolución de los tres ganaderos juzgados por los delitos de imprudencia y contra la salud pública. El anabolizante causó la intoxicación de 115 personas en Mallorca y 65 en Cataluña. La sentencia de la Audiencia de Barcelona da por sentado que el origen de la intoxicación fue la sustancia prohibida desde 1985.

El tribunal de la Sección Sexta absuelve a los tres acusados pese a reconocer que se cometieron los delitos de imprudencia y contra la salud pública. Ambos cargos fueron formulados por el fiscal y también por la acusación que ejerció en el proceso la Generalitat.Los tres acusados, juzgados el pasado mes de abril, fueron: Antonio Navío Bautista, propietario de la granja Can Joandó, en Santa Eulàlia de Ronçana (Vallès Otiental); Francisco de Paula Margarit,gerente de Diana SAE de Piensos-porpietaria de la granja- y José Beltrán Beltrán, dueño de la granja Mas Sabaté, en Llagostera (Gironès).

El fiscal pidió para los tres penas que sumaban 11 años de cárcel además del pago de una indemnización a 48 de los afectados por la intoxicación en cantidades que oscilaban entre las 7.000 y las 840.000 pesetas.

La mayor parte de los intoxicados presentaron taquicardias, temblores y dolores de cabeza. Alguno de ellos tardó en recuperarse cuatro meses.

Lo que declara probado el tribunal es que el 24 de enero de 1992 se sacrificaron en el matadero de Sabadell 20 terneros que procedían de la explotación de Can Joandó, controlada por los acusados Navío y de Paula. En esas mismas fechas también se sacrificaron 15 terneros de la granja Mas Sabaté, de Beltrán.

La sentencia, un tanto contradictoria, argumenta que de las muestras analizadas "resulta que en una y otra granja existían animales que presentaban signos analíticos de que les habían suministrado clenbuterol". No obstante, la duda, para los jueces, es tener la certeza de "cuál fue el establecimiento de procedencia de los terneros tratados con clenbuterol". Y ante esa situación, el tribunal resuelve absolver a los tres acusados por no poder determinar con exactitud el origen de las reses que provocaron la intoxicación.

En el juicio, los ganaderos reconocieron que habían suministrado clenbuterol a las reses aunque precisaron que lo hicieron no mezclado con el pienso para conseguir el engorde de las reses-tesis que mantuvo el fiscal-, sino que lo usaron como broncodilatador para tratar a unas terneras enfermas.

Los acusados Navío y De Paula Margarit afirmaron que se enteraron de los efectos nocivos que tiene la carne tratada con clenbuterol-una sustancia prohibida por la Comunidad Europea en 1985 para engordar ganado- para la salud de las personas al recibir a varios inspectores sanitarios de la Generalitat.

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