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TV-3 no respetó el derecho a la intimidad de los inmigrantes invitados al programa

VIENE DE LA PÁGINA 1 El CIC -en un pleno celebrado el 17 de junio, cuyos acuerdos aparecen en el último informe de actividades del consejo- considera que la citada edición de Domini públic incumplió los criterios 9º y 12º del código deontológico suscrito por los principales medios de comunicación de Cataluña, TV-3 entre ellos. El primero establece que los medios de comunicación deberán "respetar el derecho de las personas a su propia intimidad e imagen". El segundo les insta a "actuar con especial responsabilidad y rigor en el caso de informaciones u opiniones con contenidos que puedan suscitar discriminaciones por razones de sexo, raza, creencias o extracción social". La intervención del consejo en este caso responde a la queja presentada por Josep Maria Feliu, secretario general de Càritas Diocesana de Barcelona, quien por escrito expresó al CIC el desacuerdo de esta organización con "el planteamiento y el tono empleados por el director del programa". La denuncia se fundamenta en que Ramon Pellicer "localizó la atención del debate en un aspecto relacionado con costumbres ancestrales, desgraciadamente aún vigentes en algunas comunidades africanas y profundamente enraizadas en su cultura, dejando de lado otros aspectos que podían haber dado idea de la riqueza que supone para una sociedad la aportación de los inmigrantes". Ablación Feliu se refiere, por ejemplo, a uno de los momentos que más sublevaron a los invitados al programa y a los telespectadores. Fue cuando el presentador preguntó a una africana invitada al plató si sentía placer al practicar el acto sexual y luego añadió que la mujer no podía sentir orgasmos; al preguntarle directamente por qué le sucedía eso, ella tuvo que responder que le habían practicado la ablación y no tenía clítoris. Es justamente en esta actuación y otras similares cuando, según el CIC, el programa no respetó el derecho de algunos testigos a su intimidad e imagen. Sobre el incumplimiento del criterio 12º, se produjo al insistir el presentador en las costumbres "negativas" de las culturas de procedencia de los invitados en lugar de destacar las "positivas". El CIC pidió al director de TV-3, Lluís Oliva, que justificara esa emisión para poder pronunciarse. Oliva remitió al consejo una carta que había dirigido a Pilar Malla, directora de Càritas Diocesana de Barcelona, en la que reconoce que si el programa generó rechazo "significa que tuvo un efecto diametralmente opuesto al deseado". Oliva se escuda en que en un debate en directo "el conductor debe conducirlo, pero también tiene que dar la oportunidad de que se expresen todos los puntos de vista". Con todo, Oliva muestra su desacuerdo en que ese Domini públic fomentara el racismo.

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"Domini públic" vulneró el código deontológico periodístico
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