La Duma rusa aprueba un nuevo impuesto para atajar la crisis

La Duma Estatal, la Cámara baja del Parlamento ruso, aprobó ayer, en tercera y definitiva lectura, la ley que introduce un impuesto del 5% sobre las ventas, vital en el paquete anticrisis del Gobierno. La aprobación se produjo anoche, sólo unas horas después de que los diputados hubieran rechazado una primera variante del documento. El Gobierno, ante la derrota sufrida, decidió presentarlo en la forma de enmienda a una ley anterior y limitar el impuesto sólo a los artículos de lujo.El Gobierno ha presionado a los diputados para que aprueben el paquete anticrisis necesario para superar las dificultades económicas por las que pasa el país. La aprobación de las leyes presentadas por el régimen del presidente Borís Yeltsin acelerarán la entrega del supercrédito que le ha concedido a Rusia el Fondo Monetario Internacional.

La Duma, dominada por los comunistas y nacionalistas, rechazó ayer la ley de la tierra, un texto fruto del compromiso entre el presidente Yeltsin y los miembros del comité de Agricultura de la Cámara baja. Aunque este comité recomendó a sus colegas la aprobación del documento, los legisladores votaron en contra las dos veces que ayer se puso a votación el proyecto de ley, que preveía la introducción de la libre compraventa de las tierras agrícolas sólo después de 10 años de posesión. Yeltsin se vio obligado a vetar el año pasado la ley de la tierra que habían aprobado ambas Cámaras del Parlamento ya que de hecho no permitía la propiedad privada en el sector.

Entre los triunfos que el Gobierno obtuvo ayer figuran la aprobación de un nuevo impuesto a los juegos de azar y las modificaciones a la ley del impuesto sobre la renta de personas físicas.

El impuesto sobre las ventas se aplicará sólo a los artículos de lujo y golpeará principalmente a los nuevos ricos rusos, que deberán pagar más por sus coches importados, por los teléfonos celulares y por otros objetos convertidos en símbolo de estatus social. El primer ministro Serguéi Kiriyenko espera obtener más de 83.000 millones de pesetas anuales gracias a estos impuestos.