El comité de patrimonio mundial propondrá incluir el arte rupestre en la red de la Unesco

,El arte rupestre levantino camina con firmeza hacia la declaración de Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, una vez superada la criba realizada en París por la mesa del comité de patrimonio mundial. De prosperar la iniciativa, los conjuntos artísticos de seis comunidades españolas, entre ellas Andalucía, recibirían la máxima distinción internacional. Jaén, Almería y Granada aportan 79 abrigos al inventario de arte rupestre español, que representa un documento histórico excepcional, legado por las sociedades prehistóricas postpaleolíticas en la península Ibérica.

La mesa del comité de patrimonio mundial se encarga de seleccionar las propuestas presentadas por los diferentes países para inscribirse en la lista de la Unesco, el organismo que otorga el certificado de pedigrí artístico de mayor alcance internacional. El arte rupestre levantino del arco mediterráneo, una de las cuatro propuestas presentadas por el Gobierno español, superó el examen del comité, que se reunió el pasado 27 de junio en París (Francia), al avalar una serie de requisitos como la exclusividad territorial y la excepcionalidad histórica. Salvar esta prueba otorga serias posibilidades a la candidatura para integrarse en la red de Patrimonio de la Humanidad. La propuesta goza de la peculiaridad de implicar a seis comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Castilla-La Mancha, Cataluña, Murcia y Valencia), que han impulsado la candidatura y la elaboración de un inventario actualizado, que recoge estaciones rupestres en 852 localidades. La zona oriental andaluza, donde se concentran las manifestaciones plásticas, cuenta con 79 abrigos. La mayoría de las pinturas rupestres se han localizado en Jaén (52) y en la zona norte de Almería (25). El censo andaluz incluye dos abrigos de Granada. Entre las manifestaciones más emblemáticas de Andalucía figuran los ciervos de la Tabla de Pochicos, en Aldea Quemada (Jáen), o la cueva de los Letreros, en Vélez Blanco (Almería), que ya fue declarada monumento nacional en 1924. Valor histórico La inclusión del arte rupestre de la cuenca mediterránea en la lista del patrimonio mundial de la Unesco se justifica, según las comunidades autónomas, por su excepcional valor histórico para comprender las sociedades cazadoras peninsulares, y su exclusividad territorial, al limitarse al área geográfica mediterráena. La red de pinturas al aire libre se extiende, además, por zonas de gran riqueza ecológica, apenas dañadas por acciones del hombre. Hay, además, un argumento preventivo a favor de la declaración de la Unesco: la vulnerabilidad de las manifestaciones rupestres "hace necesario garantizar las máximas medidas de protección". Tanto el aislamiento geográfico como la ausencia de intervenciones antrópicas, que han permitido una "excelente" conservación de las pinturas, exigen, según los expertos, "un programa de actuaciones riguroso, donde la preservación de estos valores culturales universales debe articular también todo un panorama de actuaciones de valoración y gestión". Con la inclusión en la red patrimonial de la Unesco se persigue la aplicación de una serie de medidas que contribuyan al desarrollo socioeconómico de las comunidades cercanas a los abrigos y que frenen la regresión demográfica de estas zonas. La despoblación constituye uno de los grandes peligros para la preservación de los valores artísticos del arte levantino, según se recoge en el documento elaborado por las comunidades autónomas. La mayoría de las pinturas se localizan en zonas agrestes y montañosas o en profundos barrancos, comprendidos entre el prepirineo oscense y las sierras del sudeste. Este paisaje, de gran riqueza ecológica, proporciona cierta uniformidad al marco donde se ha desarrollado el arte rupestre, que se asienta sobre "una unidad geográfica con similares tipos de flora y fauna, aprovechamientos tradicionales de los recursos del territorio, parecidas soluciones constructivas y, en definitiva, de un continuum geológico, geográfico y cultural".