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Los convenios colectivos discriminan a la mujer, según un estudio regional

Los convenios colectivos, que debieran sentar las bases de la igualdad laboral entre hombres y mujeres, son, en muchos casos, una de las principales fuentes de discriminación de las trabajadoras. Ésta es la conclusión del estudio Análisis de la negociación colectiva en la Comunidad de Madrid desde la perspectiva de género, editado por la Dirección General de la Mujer del Gobierno regional, que lo presentó ayer.Sus autores son seis profesionales, entre ellos tres inspectores de Trabajo. Para la investigación han estudiado 100 de los 361 convenios que tienen como ámbito de aplicación la Comunidad de Madrid y afectan a 500.000 trabajadores. El sueldo medio de las trabajadoras madrileñas es, según el informe, un 30,82% menor que el de los hombres. La diferencia salarial en el conjunto del estado es algo inferior, casi el 30%. PASA A LA PÁGINA 3

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También han encontrado 25 tipos de complementos salariales (pluses de responsabilidad, de dedicación plena) "cuya denominación hace sospechar que detrás pueden darse situaciones de discriminación".En el estudio se plantea como un problema la discrecionalidad de las empresas en la selección del personal porque genera desprotección hacia la mujer. "Habría que garantizar sistemas objetivos para la contratación que garantizasen que el sexo de una persona y sus circunstancias familiares no tuvieran ninguna influencia en la selección", afirman.

Critican también la despreocupación que existe para adaptar las jornadas laborales con las responsabilidades familiares, por ejemplo con los hijos, ejercidas sobre todo por mujeres. Sólo dos de los 100 convenios estudiados recogen medidas de flexibilización de los horarios, como, por ejemplo, turnos de trabajo adaptados al horario de las guarderías o descansos semanales en sábados y domingos para el personal con hijos menores.

En los asuntos relacionados con la maternidad consideran que existe un "pésimo tratamiento" en los convenios colectivos. "Son muy corrientes las irregularidades o incluso las ilegalidades manifiestas, como omitir la posibilidad del disfrute del permiso por parte del padre en los supuestos legales, o no recoger los casos de adopción", aseguran.

Hay, según el informe, 43 convenios con un tratamiento restrictivo respecto a los mínimos legales de las excedencias por cuidado de hijos. En ellos se condiciona este derecho a una antigüedad en la empresa y se establece un periodo mínimo de disfrute cuando la ley sólo fija máximos.

De los 100 convenios colectivos analizados, sólo 17 hacen referencia al acoso sexual, pese a que han transcurrido nueve años desde que este supuesto fue incluido en la normativa laboral.

En Madrid, la tasa de actividad femenina (39,2%) está dos puntos por encima de la media nacional (37,2%), y la tasa de paro (26,5%), dos puntos por debajo de la media (28,6%). También es menor la temporalidad en el empleo (un 32,4%) frente al 35,7% nacional.

El tirón de orejas que el estudio da a los convenios madrileños no ha sorprendido a las representantes de las secretarías de la mujer de CCOO y UGT ni de la patronal CEIM.

Para Elvira Sánchez (CCOO), "el discurso de la igualdad de oportunidades es una muletilla que sólo aparece en la negociación colectiva cuando no hay otra cosa de la que hablar, y ahora los temas que más se abordan son la jornada de 35 horas y la creación de empleo". Paloma Fernández, de UGT, cree que la razón de que la discriminación laboral persista hay que buscarla en el desconocimiento que patronal y sindicatos tienen de la normativa sobre igualdad de oportunidades. "Y, sobre todo, en la escasa presencia de mujeres en las mesas de negociación", afirma. Beatriz Aguirre, representante de la CEIM, reconoce que en la negociación colectiva los temas relativos a la igualdad de oportunidades quedan relegados ante discusiones sobre jornadas y salarios.

El consejero de Economía y Empleo, Luis Blázquez, cree, sin embargo, que, pese a las críticas, el estudio "da razones para el optimismo". "La igualdad es una tendencia a seguir, pero no existe en ningún ámbito de la vida, quizá es difícil llegar a ser iguales", añade. "Además, éste es un país del sur, y no podemos evitar fenómenos culturales que están muy arraigados en nuestra sociedad", concluye.

La consejera de Sanidad y Servicios Sociales, Rosa Posada, suscribe las palabras de Blázquez. "Es verdad que queda mucho camino por recorrer, pero también se ha avanzado mucho en estos años", afirma.

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