Valencia expone la 'fábrica' de Zurbarán

Las pinturas de Zurbarán eran mercadería para el Nuevo Mundo. Salían del puerto de Sevilla y el dinero regresaba en un año y medio. Hay documentos sobre pleitos comerciales por alguna desaparición de cuadros. Benito Navarrete, de 27 años, profesor de Historia del Arte,, es el comisario de la exposición Zurbarán y su obrador. Pinturas para el Nuevo Mundo, que se presenta mañana en el Museo de Bellas Artes de Valencia.

Navarrete afirma que la exposición desmitifica a Zurbarán como pintor de frailes y exponente de la religiosidad española. "El obrador de Zurbarán funciona como una empresa y es la otra cara del artista. Aquí se trata de ver la mecánica del trabajo, la intervención del artista y de los oficiales, los modelos utilizados muchas veces a partir de láminas, y la realización de series de entre 12 y 24 lienzos con destino al Nuevo Mundo".Los temas fundamentales de estas series son santos y santas mártires, sibilas, infantes de Lara, fundadores de órdenes religiosas, ángeles, patriarcas y césares romanos a caballo. "La clientela americana, tanto del virreinato de la Nueva España como del Perú, querían de esta forma reafirmar su españolidad, y su relación con personajes famosos frente a los indios, sin olvidar la preocupación por la evangelización".

La única forma de atender esta demanda en poco tiempo era abrir un obrador (Navarrete utiliza este término al emplearse el de taller a partir del siglo XVIII). Franscisco de Zurbán (Fuentes de Cantos, 1598 - Madrid, 1664) trabajó en Sevilla entre 1640 y 1655.

El montaje de la exposición del Museo de Bellas Artes de Valencia parte de los diez lienzos del ciclo de fundadores de órdenes conservados en el convento de las Madres Capuchinas de Castellón, realizado por el obrador del pintor, hasta completar 38 obras. En la exposición se van a mostrar cerca de 15 cuadros autógrafos de Zurbarán, otros del taller y de sus seguidores, como Ignacio de Ries. Hay piezas procedentes de los museos de San Diego de California, el de la Academia de Bellas Artes de San Carlos de México y el Goya de Castres, además de otros museos españoles, instituciones y particulares, como Plácido Arango y el Central Hispano. Habrá algunas sorpresas, como el San Jerónimo del Museo de San Diego, que se expone por primera vez y es portada del catálogo.