Condenados por olvidar un catéter en el abdomen de un niño de un año
El niño E.L.S., que sólo tenía un año de vida, tuvo que ser ingresado de urgencia en el Hospital de Cruces aquel 16 de junio de 1995. El parte explicaba los motivos: "expulsión incompleta de catéter por el ano". La operación quirúrgica a la que fue sometido permitió extraer una sonda de dos centímetros. Según el abogado contratado por la familia para exigir responsabilidades, Víctor Segarduy, no había duda alguna: "si apareció ese catéter es porque a alguien se le olvidó dentro". El niño padecía desde su nacimiento numerosos problemas respiratorios y neurológicos, que le ocasionaron un crecimiento de la cabeza más rápido que el cuerpo. Para corregir esa hidrocefalia, después de probar varios tratamientos, fue intervenido quirúrgicamente en el Hospital de Cruces. Ese 15 de noviembre de 1995 le colocaron tres catéteres en el abdomen. Lejos de corregir su enfermedad, ésta fue en aumento, por lo que dos meses después el servicio de Neurocirugía de Cruces le retiró los catéteres. Más de tres meses después se extrajo la sonda olvidada. E.L. falleció el 30 de marzo de 1996 debido a unas complicaciones respiratorias ajenas a esa presunta negligencia médica. Después de numerosas dificultades y trabas para conocer la identidad y responsabilidad de los médicos, según el abogado Sagarduy, la Juzgado de Primera Instancia número 9 de Bilbao condenó hace siete meses al Jefe del Servicio de Neurocirugía del Hospital de Cruces y a Osakidetza al pago de 1.822.000 pesetas a los padres del niño. El Servicio Vasco de Salud decidió recurrir esta sentencia que, en estos momentos, se encuentra en la sección cuarta de la Audiencia Provincial.
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