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Los cuarteles se vuelven aulas

El País

La Universidad del País Vasco (UPV) también se inclinó en su momento por aprovechar inmuebles que se encontraban en desuso a la hora de establecerse en la capital de la comunidad autónoma. El campus de Vitoria ha utilizado los antiguos cuarteles de Flandes para ir estableciendo sus dependencias, después de que se firmara en 1994 un convenio interinstitucional entre el Gobierno vasco, el Ayuntamiento de Vitoria, la Diputación, Caja Vital y la propia UPV. Este convenio también incluía otra reconversión de un edificio que se había dedicado a una función asistencial, la residencia-psiquiátrico de Las Nieves que pasó a convertirse (una vez más de la mano del arquitecto Julio Herrero, autor de la rehabilitación, y de Sergio García Legido y Javier González Lizasoáin, responsables de la adaptación) en un aulario a partir del año 1995. Pero la obra de recuperación más importante fue la de los antiguos cuarteles de Flandes, uno de los cuales ya se había rehabilitado como Archivo Provincial. Los otros cuatro se destinaron a distintas dependencias universitarias, la última de las cuales ha sido el vicerrectorado. Su responsable, el historiador Antonio Rivera considera que "quizás se pueda decir que la arquitectura militar es a la arquitectura como la música militar a la música, pero sí son unos edificios funcionales que, por otra parte, también constatan a qué se dedicó esta ciudad hace un siglo. Son los últimos edificios militares que quedaban en pie en la ciudad". La rehabilitación de los antiguos cuarteles de Flandes, además, ha sido menos costosa que la de otros edificios de Vitoria que se han transformado con los nuevos tiempos. Y además de económica, ha resultado emblemática, como lo demuestra la presencia la semana pasada del alcalde de la ciudad guatemalteca de Sololá, quien estuvo interesándose por la recuperación de dependencias militares para dedicarlas a actividades docentes, iniciativa que también se ha realizado en otras ciudades, como ha ocurrido en la Universidad Pompeu i Fabra de Barcelona.

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Una capital de segunda mano

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