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ENCUENTRO DE SUPERPOTENCIAS

Clinton exalta la libertad como un valor vital en su primer discurso en China

ENVIADO ESPECIALChina recibió ayer a Bill Clinton con una de cal y otra de arena. Horas antes de ofrecerle una bienvenida en Xian, las autoridades chinas detuvieron a tres disidentes, uno de ellos en la antigua capital imperial. En el primer discurso en China de un presidente norteamericano desde 1989, Clinton instó a sus anfitriones a respetar la libertad de todos sus ciudadanos, pero defendió también la necesidad histórica de su viaje. "Nuestras dos grandes naciones tienen una responsabilidad especial en el futuro del mundo", declaró Clinton a su llegada a Xian.

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Una agenda extensa y cargada de obstáculos

Acompañado por su esposa Hillary y los dos miembros más importantes de su Gobierno -la secretaria de Estado, Madeleine Albright, y el del Tesoro, Robert Rubin-, Clinton recorrió a las 8.45 de la noche, hora china, la alfombra roja colocada frente a la Puerta Sur de la muralla que cerca Xian. Era la primera vez que los Clinton pisaban suelo chino y la primera vez que lo hacía un titular de la Casa Blanca desde el viaje de George Bush en febrero de 1989, meses antes de los sucesos de Tiananmen.Toda la magia del ceremonial del Imperio del Centro se desplegó ante los Clinton: música de ópera, banderolas y farolillos, danzarinas vestidas de seda y con tocados florales y guerreros con los uniformes de las dos veces milenarias figuras de terracota que hacen célebre a Xian. Las autoridades locales y regionales dieron la bienvenida a sus huéspedes norteamericanos -Jiang Zemin lo hará mañana en Pekín- citando el proverbio de Confucio sobre el amigo que llega de lejos.

Acto seguido, Clinton tomó la palabra para adelantar con diplomacia las dos ideas centrales de su viaje: China debe abrirse a la democracia y los derechos humanos, pero EEUU no puede darle la espalda a un gigante que se está desperezando con vigor y que ocupará uno de los dos o tres papeles protagonistas en el siglo XXI.

"El respeto por la propiedad, la dignidad, el potencial y la libertad de cada ciudadano es la fuente de la fortaleza y el éxito de EEUU. Un compromiso para conceder a todos los seres humanos la oportunidad de desarrollar su potencial completo es también vital para la nueva China", manifestó Clinton en dirección a sus anfitriones. Pero aludiendo directamente a los detractores de su viaje, Clinton añadió que EE UU y China tienen una responsabilidad especial en el futuro del mundo. La existencia de lazos más estrechos y una amistad más profunda entre las dos superpotencias es una de las claves de la paz mundial.

"A pesar de nuestras diferencias, verse con los chinos cara a cara es el mejor modo de hacer progresar nuestras ideas y valores", había dicho horas antes el presidente norteamericano en Alaska, en una escala de su viaje desde Washington a Xian."Cuanto más consigamos incorporar a China al mundo, más libertad conseguirá el mundo aportar a China", añadió Clinton.

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Pese a su manifiesto deseo de que la visita de Clinton sea un éxito y siente las bases de una cooperación estratégica entre China y EEUU, las autoridades de Pekín no pudieron resistir la tentación de mostrar que su política sigue siendo la de mano de hierro en guante de seda. El Centro de Información de Hong Kong sobre los Derechos Humanos en China informó ayer de la existencia de toda una campaña de acoso y detenciones contra los disidentes.

Yan Jun, un disidente que firmó la semana pasada una carta en la que 70 activistas le solicitaban a Clinton una entrevista durante su viaje a China, fue detenido el miércoles en su domicilio de Xian. Jun había sido ya privado de libertad en 1996 por escribir una carta al Parlamento pidiendo un castigo ejemplar para un exalcalde de Pekín acusado de corrupción. Cerca de la antigua capital imperial también fue detenido Li Zhiyin.

En Guilin, una ciudad que el presidente norteamericano visitará la semana próxima la policía china detuvo a Li Xiaolong. Los funcionarios le dijeron a su esposa que el disidente sería puesto en libertad en los próximas días si no había problemas.

Y en Pekín, la capital del país, otro luchador por la democracia en China, Xu Wenli, denunció que está siendo seguido a todas partes estos días y que cuatro amigos suyos fueron retenidos durante unas horas el miércoles.

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