El sondeo mensual del CIS aumenta de nuevo la valoración de la política económica

El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) del mes de mayo, presentado ayer por el Gobierno, confirma de nuevo una percepción general más bien positiva de los españoles sobre la marcha de la economía y una idea mucho más matizada sobre la actuación política del Ejecutivo que preside José María Aznar. Los datos del sondeo valoran la labor desarrollada por el vicepresidente económico, Rodrigo Rato, ya que el 30,7% de los encuestados consideran el momento económico como bueno o muy bueno, casi cinco puntos más que hace un mes, lo que ratifica un ascenso de 22 puntos en ese apartado desde la llegada del PP al Gobierno, hace algo más de dos años. La distancia sobre los que entienden que la situación económica es mala o muy mala se agranda, porque éstos son ahora sólo el 17,7%.El escáner de la escena política del país es muy otro, aunque la encuesta del CIS de mayo sólo incluye una pregunta en este aspecto general y no sobre intención de voto, estimación y confianza de los principales líderes. En cualquier caso, los encuestados que valoran la actuación política como buena o muy buena son el 25,3%, apenas dos puntos por encima de los que la catalogan como mala o muy mala (22,2%).

El Gobierno renunció ayer a realizar comentarios sobre los resultados de este sondeo, cuya presentación oficial, prevista para el mediodía, fue suspendida al conocerse el asesinato del concejal de Rentería Manuel Zamarreño.

Esta encuesta del CIS tenía como objetivo fundamental medir el sentimiento de los españoles sobre la reciente incorporación de España al grupo de países de la Unión Europea que han adoptado el euro como moneda común y propia. La mayoría se muestran optimistas sobre el futuro de España en la UE (67,7%) y también la mayoría comprende que esa integración podrá ser beneficiosa incluso para su economía familiar (54,9%). Se constata la preocupación de que esa pertenencia de España podría ser perjudicial sobre todo para la agricultura, y se intuye una opinión fundamentalmente favorable a todo ese proceso.

Llama la atención, sin embargo, la contestación sobre otras tres cuestiones relacionadas con la Unión Europea. A la mayoría de los sondeados, un 44,7%, le sería indiferente si le dijeran que mañana la UE se ha disuelto y ya no existe. Un 52,4% está poco o nada de acuerdo en que la peseta tenga que desaparecer y se la sustituya por el euro. Y un 80,1% niega que haya llegado a sus manos alguno de los múltiples folletos con información sobre el euro puestos en circulación en estos meses por el Gobierno.