España logra mejorar su cuota de aceite pero queda lejos de la reclamada por el sector

España mejoró ayer de forma muy sustancial las ayudas comunitarias para el aceite de oliva, aunque la cifra final quedará aún lejos de la reclamada por el sector e incluso bastante lejos de la pedida por el Gobierno. Tras cuatro días de debates, los ministros de Agricultura de la Unión aprobaron la reforma del sector y otorgaron a España una cuota de 760.027 toneladas anuales, 135.000 más de las que se le asignaban antes de empezar las negociaciones de esta semana. Eso no impedirá que las ayudas por kilo sean para España muy inferiores a las de sus principales competidores.

El desastre augurado para el aceite español quedará sólo en amarga penalización. La firmeza negociadora de la ministra española y el decidido apoyo que le brindaron tanto la Comisión como los países más poderosos, permitió a la presidencia británica plantear un compromiso menos desfavorable de lo que se esperaba en un principio. La presión de estos tres polos permitió por un lado aumentar en 20.000 millones de pesetas el dinero comunitario para el aceite europeo y por el otro reducir el precio de la ayuda desde las 142 pesetas por kilo actuales hasta 222,18 pesetas.Eso significa que al pagarse menos por la ayuda se ha aumentado la cantidad de aceite con derecho a subvención hasta 1.777.261 toneladas en toda la Unión Europea. Eso supone un aumento de casi 215.000 toneladas respecto a la propuesta que llegó el lunes al Consejo de ministros. Y lo que es mejor, de esa cantidad la parte del león es para España: 135.000 toneladas. El resto se repartirá entre el resto de países productores.

Nueva financiación

La puntilla al acuerdo llegó pasadas las 11 de la nooche, cuando la presidencia oficializó su propuesta de ampliar hasta 130 millones de ecus (21.800 millones de pesetas) el total de la nueva financiación para el aceite europeo. De esta parte, 70 millones de ecus (11.670 millones de pesetas) ya estaban comprometidos desde el lunes para pagar las ayudas a la aceituna de mesa española.El resto de la nueva cuota española procede de la decisión de reducir el precio que se paga hasta ahora por cada kilo de aceite, que pasa de 241 pesetas a 222,18 después de aplicar una reducción del 5% y de que la Comisión renunciara a retener un 2,4% para el registro oleícola, como hacía hasta ahora. Al pagarse menos dinero por kilo se puede subvencionar más cantidad de aceite destinando el mismo dinero.

A pesar del enorme progreso conseguido por España durante esta semana de negociaciones, el balance final de la reforma es muy negativo para los intereses del sector. Para el secretario general de UPA-Jaén, Agustín Rodríguez, "el acuerdo es denunciable ante el Tribunal de Luxemburgo". Rodríguez, que ha seguido toda la semana de negociaciones en la sede del Consejo de ministros en Luxemburgo afirma que "la subvención oficial es de 221 pesetas por litro, pero el productor español sólo recibirá 165 pesetas con una cosecha como la que tenemos en realidad, que es de un millón de toneladas".

España recibirá un total de 168.000 millones de pesetas anuales con el nuevo sistema, que estará en vigor los próximos tres años. Eso supone apenas 3.000 millones más de la cantidad presupuestada en el ejercicio 1996-97 (no existen datos seguros sobre comapañas posteriores). Pero el problema para los productores españoles es doble: el precio por kilo que recibirán, como denuncia la UPA, a partir de ahora será muy inferior al de sus rivales y éstos aumentarán sensiblemente su financiación actual. Italia lo hará en cerca de 10.000 millones de pesetas al año (en comparación siempre con lo presupuestado para 1996-97) y Grecia en 16.000 millones. Portugal, con un potencial mucho más modesto, podrá seguir plantando nuevos olivos e incrementa las ayudas en casi 4.000 millones de pesetas.

Por kilos, y si se aplican las cuotas actuales a aquella campaña, los italianos recibirán casi 202 pesetas por kilo, los griegos 182,3 y los españoles 173,5, según los datos de 1996-97. Y en el futuro será probablemente peor porque nadie creen en España que italianos y griegos tengan cosechas tan altas en el futuro.

También provoca descontento en España la desparición de los mecanismos de intervención. Sin esta red de seguridad los compradores de aceite pueden ofrecer precios muy bajos en años de gran cosecha porque la posición del vendedor es mucho más débil.

Otro de los aspectos negativos para España es la propuesta de que el país que no absorba las ayudas por tener una producción inferior a la cuota asignada pueda reservarse hasta el 80% del sobrante para la campaña siguiente. Italia exigía que se pudiera acumular el total de las ayudas no utilizadas, pero la propuesta final concede, en beneficio de España -que presumiblemente siempre producirá muy por encima de la cuota asignada- la posibilidad de que un 20% del sobrante se reparta entre los productores que hayan superado su cuota. Las negociaciones de ayer fueron decisivas. España prácticamente absorbió todos los aumentos de cuota decididos, hasta alcanzar la cifra de 760.027 toneladas, por encima de la barrera psicológica de los tres cuartos de millón.